Alemania se ha convertido en las últimas décadas en un país multicultural, enriquecido por las creencias y costumbres de millones de inmigrantes de las más variadas regiones del mundo. Sin embargo, el avance de algunos movimientos neofascistas amenaza la convivencia de esos ciudadanos y pone en riesgo su estilo de vida.
En el centro de la tormenta están los musulmanes —más de diez millones habitan en territorio germano—, estigmatizados por la avalancha mediática occidental desatada tras los atentados del 11 de septiembre del 2001en Nueva York y revitalizada en los últimos meses con las noticias del Estado Islámico y ataques como el de la revista satírica Charlie Hebdo, en París.
Ese fenómeno, que también tiene otras raíces históricas en un país que vivió las consecuencias del fascismo y la xenofobia, ha dado origen a la aparición de movimientos antislamistas y neonazis, aunque no es el único caso en el Viejo Continente.
“Patriotas europeos contra la islamización de Occidente” (Pegida, por sus siglas en alemán) surgido en Dresde, es una de las formaciones resultantes de este contexto. Su objetivo es luchar contra “la amenaza del Islam” y detener la inmigración.
Dresde es la capital del estado federado de Sajonia y perteneció a la República Democrática Alemana desde 1949 hasta la caída del Muro de Berlín en 1989 y la reunificación del país.
Según una encuesta de Zeit online, uno de cada dos alemanes siente algún tipo de simpatía hacia el grupo y solo un 23 % lo critica. Mientras, indagaciones de la Fundación Bertelsmann señalan que el 57 % de los alemanes ven al Islam como amenaza.
Para el sociólogo Karl-SiegbertRehberg, de la Universidad Técnica de Dresde: “La ciudad es sede de la expresión de la frustración con el cambio de sistema político, tras la caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación. Un descontento resultante de un complejo de inferioridad”.
Analistas detallan otros de los motivos —algunos de ellos contradictorios— que justificarían este movimiento: el cansancio generalizado ante la clase política, el auge de un nuevo nacionalismo tras la crisis económica o el temor a que esta acabe afectando a Alemania.
Sin embargo, el examen económico y demográfico de Dresde no sustenta esas inquietudes. Con una tasa de desempleo del 8,1 % (la mitad de hace una década), sin deudas en la administración local y con apenas un 3 % de población extranjera y un 0,4 % de musulmanes, la ciudad tiene porcentajes muy inferiores a la media del país.
No obstante, Pegida ha desatado la alarma del nazismo y la preocupación de los responsables de la clase política, tanto a escala federal como en los estados.
RADIOGRAFÍA DE PEGIDA
Pegida surgió en octubre del año 2014 y se manifiestan contra lo que ellos consideran que es el islamismo, el abuso del derecho de asilo a los extranjeros y la amenaza a la cultura alemana que sus miembros creen advertir en esa religión.
Lo que comenzó como un grupo que iba a protestar el 13 de octubre con un centenar de personas, de lunes en lunes subió la cifra de asistentes hasta llegar —en las últimas protestas— a 25 000.
Sus seguidores se manifiestan para reclamar una ley de asilo más restrictiva y defender sus raíces judeo-cristianas y cada vez, logran más seguidores.
Para defender sus reclamos, no utilizan abiertamente lemas racistas sino frases como “Sin violencia y unidos contra guerras religiosas en suelo alemán”, cita la agencia alemana Deutsche Welle (DW). Por otra parte, la organización siente mucha desconfianza hacia los medios de prensa y les ordena a sus miembros no hablar con ellos.
La Oficina de Cultura de Sajonia detalla que las manifestaciones no son organizadas por personas de la extrema derecha y nazis solamente, sino por ciudadanos entre los cuales se identificaron incluso algunos exmiembros del Partido Demócrata Liberal.
Según DW, entre sus seguidores están además familias de clase media o baja, que ven reflejadas en las manifestaciones algunas de sus preocupaciones y miedos.
“Las principales víctimas de agresiones xenófobas son refugiados y musulmanes. Los crímenes racistas se asocian principalmente al velo islámico y al color de piel oscura”, indica Andrea Hübler, coordinadora de la investigación del Centro de Atención a las Víctimas del Racismo, del estado federado de Sajonia.
Josef Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, afirmó que ese movimiento es “altamente peligroso, y pretende reinyectar el odio racial”, manipula a su favor el miedo que el terrorismo supuestamente islámico provoca en las sociedades occidentales.
Según un informe de la Oficina de Cultura de Sajonia, que se encarga de vigilar a la escena neonazi en Alemania, demuestra que en Dresde los crímenes racistas aumentaron en un 90 % entre el 2013 y el 2014. La mayor parte de los casos se registraron desde finales del 2014, cuando comenzaron las protestas de Pegida y la tendencia al alza continuó en enero del 2015.
En sus últimas declaraciones, la canciller alemana, Ángela Merkel, señaló estar comprometida con la lucha tanto contra los movimientos islamófobos como contra quienes predican el islamismo radical o se adhieren al yihadismo.
En opinión del ministro del Interior, Thomas de Maizière, la clase política no debe dejar que Pegida domine la agenda en un país que ha aprendido la lección del régimen nazi.
¿PEGIDA PODRÍA TENER ÉXITO?
Aparte de los datos anteriores, otras investigaciones señalan que hasta un 25 % de los alemanes son propensos a las ideas del populismo de derecha. Por otra parte, en varias ciudades se formaron grupos en redes sociales que siguen el modelo de Pegida.
Sin embargo, Alexander Häusler, del Departamento de Investigación de Ideas Neonazis de la Escuela Superior de Düsseldorf, explica que solo una pequeña parte de la población alemana estaría dispuesta a votar a esos partidos.
Habría que ver cuál sería el futuro de Pegida, formación que parece representar un resurgir de las ideas xenófobas y del fascismo en Alemania, un ejemplo más de lo que sucede en Europa producto de la situación económica y el descontento popular.















COMENTAR
la carta dijo:
1
13 de marzo de 2015
09:18:16
Responder comentario