ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Desde el 2009, los enfrentamientos con Boko Haram han dejado unas 10 000 personas muertas y más de medio millón de desplazados. Foto: Reuters

“Nunca pararemos. Todavía no vieron nada. Más muertes están por venir”, advirtió Abubakar Shekau, líder del grupo terrorista Boko Haram, al reivindicar en un video la autoría de uno de los atentados cometidos a comienzos de este mes en Nigeria.

El objetivo de esta secta terrorista, que se opone al actual go­bierno en esa nación africana, es establecer un supuesto Estado Islámico.

Nigeria es la nación más poblada de África y la séptima del mundo, alrededor del 50 % de su población es musulmana, principalmente en el norte del país, donde ocurren la mayor parte de los atentados. La otra mitad, hacia el sur, practica en su mayoría la fe cristiana y otras religiones.

Los ataques de Boko Haram se han incrementado desde co­mienzo del 2014. Durante ese año, más de 3 000 personas mu­rie­ron en Nigeria y cientos de miles de habitantes fueron despla­zados.

Desde su aparición en el horizonte africano, esta organización que enarbola la bandera del principio de la Sharia (o ley del Islam, con una interpretación extremista), ha sembrado el terror, mayormente en las ciudades nigerianas de Yobe, Borno y Adamada. En los atentados que cometen hacen detonar explosivos en lugares públicos como mercados, mezquitas y escuelas. La mayoría de las veces los principales afectados son civiles.

La noticia del secuestro de más de 200 niñas en la ciudad de Chibok en abril del 2014, hizo que la comunidad internacional prestara una atención sin precedentes y se preocupara por la presencia de este grupo terrorista en la región.

Hasta la fecha han mantenido el móvil de los secuestros, y se ha conocido que en algunos de sus actos terroristas han empleado mujeres kamikazes, a las que colocan bombas en el cuerpo.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) indicó que desde el 2009, como consecuencia de los enfrentamientos entre el Ejército nigeriano y Boko Haram, unas 10 000 personas han muerto y más de medio millón se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

Después de la ejecución de su primer líder, Mohammed Yusuf, el 30 de julio del 2009, se pensó que este grupo dejaría de existir. Pero tras este hecho, sus miembros se dispersaron por diferentes países y se reorganizaron.

Según declaraciones del propio grupo, sueñan con establecer la ley Sharia en Nigeria, por lo que han enviado a sus militantes a lugares donde pueden aprender los métodos de la lucha de la yihad o guerra santa.

Otros miembros de la organización establecieron contactos con Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), cuyo líder no oculta que su organización suministra armas y ayuda a sus “hermanos africanos”.

Imitando a AQMI y al grupo terrorista Al-Shabab, Boko Haram quiere que lo consideren un movimiento no solo local, sino internacional.

Con la mira sobre esta situación, a finales del mes de enero en Etiopía la XXIV Cumbre de la Unión Africana (UA), que reúne a 54 naciones de ese continente, decidió crear una fuerza regional  de 7 500 soldados para combatir al grupo extremista y así evitar que se consolide su expansión territorial.

“El terrorismo, en particular la brutalidad de Boko Haram contra nuestras poblaciones, representa una amenaza para nuestra seguridad colectiva y nuestro desarrollo. Ya se ha propagado más allá de Nigeria y requiere una respuesta colectiva, eficaz y decisiva”, declaró la presidenta de la Comisión de la Unión Africana (UA), Nkosazana Dlamini-Zuma.

Boko Haram, en respuesta a esta medida, publicó un nuevo comunicado en forma de video donde su líder se burla de la cantidad de uniformados que envía la coalición diciendo que “Por Alá que son muy pocos”.

Asimismo, han aumentado la intensidad de los ataques no solo en Nigeria, sino que también los han extendido a países vecinos como Chad, Camerún, Níger y Benín.

Ante esta oleada de violencia, se pronunció también el presidente Issoufou Mahamadou, de Níger, una de las naciones afectadas por el grupo extremista, ante más de 30 000 nigerinos congregados para condenar a la secta fundamentalista.

“No se ataca impúnemente a Níger”, dijo el mandatario y añadió que su país sería la tumba del grupo islamista.

Pero la escalada de ataques de esta milicia en la última semana ha aumentado mientras se acercan los comicios presidenciales en Nigeria. Boko Haram ha reiterado la amenaza de impedir que las elecciones previstas para el 28 de marzo se celebren de manera pacífica. Originalmente debieron realizarse el 14 de febrero, pero una amenaza similar provocó su aplazamiento.

“Estas elecciones que están planeando realizar no se llevarán a cabo en paz. Incluso si nos cuesta la vida”, avisó el líder de Boko Haram en un video dirigido al presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan.

Esta afirmación provocó una respuesta del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidiendo que se respeten las nuevas fechas de los comicios presidenciales, legislativos y estatales en Nigeria. El presidente Jonathan también desestimó las amenazas y reiteró que acabará con el grupo radical, asegurando que las fuerzas armadas tienen la capacidad de defender al país.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Alien Perez dijo:

1

6 de marzo de 2015

09:09:55


Ningun grupo terrorista como estos sobrevive sin suministros. Aunque dicen que el Grupo Al Qaeda, suministra recursos, eso parece mas un telon de cobertura a los "señores del la guerra" LOrd of War, que juegan a ambos bandos para vender armar al que las paga, sin importar su uso final ni si destino. Muchas veces se ven fotos de fusiles M16, AKM, revólveres de fabricación norteamerica, etc. Pero por supuesto que nadie va a encontrar las huellas dactilares en estos armamamentos del fabricante, para eso existen esoss personajes que impunemente caminan por el mundo, respondiendo a intereses superiores al bienestar de la población africana.