Situación en Debáltsevo enrarece tregua en Ucrania

KIEV.—La tensa situación en la región de Debáltsevo, donde se re­portan fuertes choques de militares ucranianos cercados por las milicias, enrarecieron este martes la tregua en el Donbass y la implementación re­gla­mentada de los acuerdos de Minsk.

El alto al fuego entró en vigor a las 00:00 hora local del domingo en el territorio donde las fuerzas de Kiev llevan a cabo desde mediados de abril una operación de castigo a gran escala contra las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk.

El acuerdo, conocido como Minsk-2, adoptado la semana anterior por el Grupo de Contacto, estableció el inicio de la retirada del armamento pesado 48 horas después de la tregua, o sea este martes, con un término de duración de una semana.

No se vislumbran, sin embargo, pasos concretos por el mando ucraniano, mientras las autoridades de las proclamadas Repúblicas Popu­lares de Donetsk (RPD) y de Lu­gansk (RPL) anunciaron apenas sen­dos decretos con la expresa or­den a las agrupaciones para el movimiento de las armas pesadas, sin otra puntualización.

En un reporte de monitoreo, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) indicó que la tregua se cumplía en sentido general, a excepción de lo que denominó “incidentes” en Severo­donetsk, Do­netsk y Lugansk (Chernujino).

Mientras tanto, Debáltsevo, ciudad estratégica en el noreste de la RPD, camino a Lugansk, sigue siendo el punto más caliente en el territorio, con cruce de fuego en todo momento.

Los militares cercados se negaron la víspera a deponer las armas y retirarse por el “corredor verde” para evitar un baño de sangre, comunicó el portavoz de Defensa de la RPD, Eduard Basurin.

En Kiev, el vocero del Estado Mayor de la operación en el sureste ucraniano, Andrei Lysenko, dijo la noche del lunes que las tropas no estaban listas todavía para el repliegue del armamento pesado hacia la línea de contención.

En contraste, el representante es­pecial de la RPD en las negociaciones de Minsk, Denis Pushilin, advirtió que los esfuerzos pacificadores de algunos gobiernos europeos y de Rusia están en peligro por la pregonada negativa de Kiev a retirar las armas pesadas, según se estipuló.