ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

Como bien ha dicho el presidente Santos, una Cumbre de las Américas con una Cuba presente, y yo agregaría que sin un Puerto Rico ausente. Sigue siendo en verdad ausente Puerto Rico. Es comprensible, es explicable que siga siendo ausente Puerto Rico.

¿Quién está detrás del bloqueo a Cuba, detrás del embargo? La potencia que viola los derechos humanos de todo un pueblo de manera sistemática, despreciando la votación mayoritaria en Naciones Unidas, 188 naciones votando continuamente en contra del bloqueo, y ahí no vale la democracia para el yanqui; para el yanqui es la fuerza, para el yanqui es su traspatio. Frente al fortalecimiento de los diferentes foros regionales, y en particular de la CELAC, el yanqui sigue conspirando, y claro que quiere debilitar, destrozar, partir este foro; pero aquí está la respuesta de nuestros pueblos a través de sus gobernantes, reunidos otra vez en una III Cumbre de la CELAC.

¿Y quién está detrás de la política de neocolonización de Puerto Rico? El yanqui. El yanqui no cambia; el mundo cambia, pero el yanqui no cambia, nos quiere presentar como grandes concesiones, después de los anuncios que hizo el presidente Obama, que han generado muchas expectativas respecto a Cuba, palabras valientes, indiscutiblemente, lo reconocemos, pero el presidente Obama está atrapado por el yanqui, está atrapado por el imperio. ¿Qué es lo que le concede a Cuba? Que los turistas podrán gastar un poquito más, que los cubanos podrán recibir un poquito más en las remesas, ¿y el embargo, y el bloqueo, y las sanciones a terceros países que comercian, o empresas que comercian con Cuba? Violación a los derechos humanos en estos tiempos, en estos días de cambios en nuestro planeta, donde emerge la multipolaridad a pesar del yanqui.

¿Y quién está detrás de las conspiraciones en contra de la Revolución Bolivariana, de la revolución de Bolívar, de Chávez, de Nicolás ahora conduciendo ese proceso? ¿Quién está detrás? ¿Acaso no salieron las pruebas ahí cuando el golpe contra Chávez, que era el yanqui el que estaba detrás conspirando contra ese proceso de libertad, de dignidad, de soberanía, de generosidad? Y no se cansan de conspirar, y siguen conspirando.

Vemos claramente cómo tratan de repetir la historia de Chile, querida presidenta Bachelet, compañera presidenta, quieren repetir la historia de Chile con Venezuela. Quieren aplicar y están aplicando el mismo guión, lo están aplicando ya, y quieren que esto culmine con un golpe militar sangriento, brutal, como el que propiciaron los yanquis allá en Chile. Ellos no están tranquilos, no están tranquilos con nuestras decisiones, ellos están irritados con nuestras decisiones. Ellos no quieren estas reuniones de la CELAC, ellos quieren a todos nuestros países subordinados. No han renunciado a aquel principio de América para el yanqui, lo mantienen vivo. Nosotros aquí dando la batalla para erradicar la pobreza, la miseria, y ellos conspirando en contra de nuestros esfuerzos para ir erradicando la miseria y la pobreza, llevando salud y educación y un mejor nivel de vida a las familias de nuestros pueblos, de nuestras naciones.

Nosotros, queridos hermanos latinoamericanos y caribeños, hemos incorporado a la delegación de Nicaragua —porque creemos que es algo elemental de solidaridad y de cumplimiento con un mandato de Naciones Unidas— una delegación de patriotas de Puerto Rico, aquí nos han acompañado, nos acompañan y esperamos que nos acompañen también en la Cumbre de las Américas.   Presidente Varela, esperamos estar en Panamá, que nos acompañe allá nuestro hermano Rubén Darío, muy conocido por muchos de ustedes Rubén, un gran luchador, defensor de la soberanía de nuestros pueblos.

Para concluir mi intervención, mis palabras, quiero pedirle a Rubén que concluya mis palabras. Venga, Rubén, concluya mis palabras (Aplausos).

Rubén Darío.- Señores presidentes, señoras presidentas.

La persistencia del colonialismo en mi patria, Puerto Rico, constituye una afrenta a la dignidad de nuestra América. La colonia del Estado Libre Asociado, que ni es Estado, ni es Libre, ni es Asociado, es una rémora de los tiempos de sumisión y genuflexión que padeció gran parte de nuestra América.

La presencia hoy aquí de un independista puertorriqueño es clara señal de los nuevos tiempos, una América Latina y el Caribe que reclama sus derechos altiva y de pie, porque nuestra América es una sola patria, por donde va uno vamos todos. Tan libre será América Latina y el Caribe como libre sea Puerto Rico.

Desde Bolívar, pasando por Martí, Sandino y Albizu Campos hasta hoy, los hijos más preclaros de nuestra patria grande han sido defensores insobornables de la independencia de Puerto Rico. Puerto Rico es el verso que le falta al poema libertario de Bolívar.

Ya en el 2014 la CELAC, fiel a esa trayectoria, en su última cumbre reclamó como suyo a Puerto Rico y encomendó a su directiva llevar a cabo las gestiones necesarias para adelantar nuestra descolonización. El colonialismo constituye una violación a los más elementales derechos humanos, de ahí que el derecho inalienable a la libre determinación e independencia sea norma absoluta del derecho internacional.

El Comité de Descolonización de la ONU ha reiterado por unanimidad en innumerables ocasiones el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia. Además, ha instado a Estados Unidos a cumplir con su obligación descolonizadora y ha solicitado a la Asamblea General que se pronuncie sobre el caso colonial de Puerto Rico. Los puertorriqueños, enfrentados a la potencia más poderosa del mundo, siempre nos hemos mantenido en pie de lucha. Estados Unidos ha recurrido a todo, desde las persecuciones inmisericorde hasta la compra de conciencias. Pretendieron arrancarnos el idioma, las costumbres y socavar nuestra hermandad con la patria grande. Pero hoy somos más orgullosamente puertorriqueños y latinoamericanos que nunca. Muchas veces estuvimos solos en nuestra lucha, pero estos son otros tiempos y nuestra América ha despertado.

En Vieques el pueblo puertorriqueño, con la fuerza moral y la desobediencia civil puso de rodillas a la Marina de Guerra norteamericana y la forzamos a salir de nuestro suelo. Y en el plebiscito del 2012 nuestro pueblo repudió en las urnas al régimen colonial con un contundente 54% de los votos. Hoy, cuando los cambios anunciados desde Washington y La Habana preludian una nueva relación entre Estados Unidos y nuestra América, sería inconcebible mantener en Puerto Rico un estatus colonial.

Es hora de que la CELAC pase de la palabra a la acción.

Primero, el Cuarteto de la CELAC, encabezado por su Presidente, en consonancia con el mandato de esta organización, debe implantar un plan concertado para que la Asamblea General se pronuncie sobre el caso de Puerto Rico.

Segundo, la CELAC debe reclamar al gobierno de Estados Unidos la liberación del patriota Oscar López, el preso político más antiguo del mundo, que ya ha cumplido 34 años de cárcel.

Y, además, la CELAC debe estar atenta ante cualquier maniobra dirigida a perpetuar el colonialismo en Puerto Rico con cualquier nuevo disfraz.

Al hacer estos reclamos hablo en nombre de la incuestionable mayoría de los puertorriqueños. Repito: al hacer estos reclamos hablo en nombre de la incuestionable mayoría de los puertorriqueños. Hacer la independencia nos compete a los puertorriqueños. A la América Latina y al Caribe, sin embargo, les corresponde ser solidarios con nuestro derecho a la independencia y con nuestra exigencia a Estados Unidos de ponerle fin al coloniaje.

Yo sé que falta mucha lucha por delante, pero Puerto Rico será libre y, entonces, podremos todos por fin decir que hemos cumplido con el mandato de nuestros libertadores.

¡Honremos a nuestra patria grande! ¡Que viva Puerto Rico libre! (Aplausos.)

Presidente.- Agradezco la intervención del Excelentísimo señor presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega Saavedra.

Como presidencia de la CELAC me permito indicar que este foro tiene un procedimiento para el establecimiento de sus resoluciones, que se construye a partir de consensos y procesos que son permanentemente concertados por medio de los coordinadores nacionales, los señores cancilleres y las diferentes posiciones que se adoptan resultan de ese procedimiento.

Tomamos nota de las amigables sugerencias, pero recuerdo, con todo respeto, al plenario que es a partir de esos procedimientos como ha funcionado la CELAC y debe seguir haciéndolo, porque constituye la base sólida de los entendimientos sobre los cuales se ha construido esta comunidad.

Daniel Ortega.- Presidente, usted está hablando de procedimientos y usted ha aplicado una serie de procedimientos aquí al iniciar esta asamblea, donde decidió darle la palabra a la OEA, el instrumento de colonia de los yanquis, le dio la palabra usted; decidió darle la palabra a la Unión Europea, decidió darle la palabra a una cantidad..., atención suya como anfitrión, y aquí está hablando Nicaragua como Estado, como nación, y la voz de Puerto Rico es la voz de Nicaragua. Así que le pido un poco de respeto, Presidente.

Presidente.- Sí, señor, con todo gusto, señor Presidente, como ha sido costumbre en las tres cumbres anteriores, la presidencia ha invitado a quien ha considerado necesario para informar al proceso regional, esto ha sido así siempre.

Hemos respetado la voluntad de Su Excelencia al invitar al representante que usted incorporó a su delegación. Se ha producido una solicitud, de la cual tomo nota como Presidencia Pro Tempore. Simplemente he hecho una observación respecto de los procedimientos. Y eso es todo, señor Presidente, no hay decisión ni voluntad ninguna de socavar ni la voluntad de la República de Nicaragua de incorporar en su delegación a quien estime conveniente, ni tampoco deseo ninguno de irrespetar los entendimientos previos de esta cumbre. Si usted se ha sentido aludido u ofendido, le pido disculpas, porque no era esa la intención de la presidencia, simplemente mantener los procedimientos que aquí se han utilizado en el pasado.

Tiene la palabra Su Excelencia, el señor presidente de la República de Panamá, don Juan Carlos Varela.

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