BOGOTÁ.— Castigados por un conflicto armado desde hace más de medio siglo, los colombianos apuestan por los diálogos con las insurgentes FARC-EP y el ELN para lograr la anhelada firma de la paz.
No exentas de obstáculos y contradicciones, las conversaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), muestran consensos en los temas de reforma rural integral, participación política y drogas ilícitas.
A dos años de su comienzo, las pláticas deberán proseguir este mes en La Habana, sede de los encuentros entre representantes gubernamentales y del movimiento insurgente, con los puntos más controversiales: justicia transicional, fin de la confrontación, dejación de las armas, desmovilización y reintegración a la sociedad de los guerrilleros.
Además de la complejidad que entrañan los análisis para las partes beligerantes, el hecho de que transcurran sin una suspensión bilateral de los enfrentamientos añade elementos de tensión.
No obstante la negativa de la Casa de Nariño para sumarse a esa iniciativa, las FARC-EP decidieron decretar un cese el fuego unilateral y por tiempo indefinido desde el pasado 20 de diciembre, cuyo cumplimiento fue corroborado por el Centro nacional para el análisis de conflictos, el Frente Amplio por la Paz y el propio presidente Juan Manuel Santos.
Los continuos llamados de la insurgencia a detener los desplazamientos y operativos del ejército contra sus campamentos, revelan elementos de preocupación adicionales, en momentos cuando muchos colombianos hacen votos para que el 2015 sea el año de la paz.
Se trata de una idea reiterada por el mandatario, quien recordó en comparecencia televisiva que fue reelecto bajo esa promesa.
Pese a los riesgos por los que atraviesan esas negociaciones pacificadoras, constituyen un procedimiento en curso, con una agenda definida.
Mientras, resulta todavía incierto el futuro de las pláticas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), agrupación que en reciente mensaje manifestó su disposición para conversar de forma oficial con equipos de la administración de Santos y cerrar la fase de aproximaciones exploratorias.
Con el pronunciamiento sus líderes respondieron a una convocatoria del jefe de Estado para establecer una mesa de concertación, similar a la establecida ya con las FARC-EP.
Sin precisiones hasta el momento sobre la forma en que podrían ocurrir tales reuniones, el gobernante Partido Social de Unidad Nacional o partido de la U, sugiere aprovechar los tópicos debatidos y acordados con las FARC-EP en las citas con el ELN.
Los pactos sellados podrían ser útiles, a la vez que ganaríamos tiempo para terminar de una vez con más de cinco décadas de guerra, afirmó Hernán Penagos, codirector de la U.
En tanto la rúbrica de una ley para que los ciudadanos refrenden en las urnas los acuerdos que se alcancen en Cuba durante las elecciones regionales previstas para octubre próximo, vislumbra un plazo para concluir las gestiones a favor de la distensión.
Con esta herramienta se introduce la posibilidad de ponerle a la negociación un punto final en el tiempo, opinó Angelika Rettberg, politóloga de la Universidad de Los Andes, citada por el diario El País.
El logro de la paz requiere la convergencia de todas las fuerzas involucradas en la confrontación, afirman congresistas, activistas, dirigentes sociales y políticos, aunque están pendientes e irresueltos los venideros pasos con el ELN. (PL)
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jorge monsalve dijo:
1
14 de enero de 2015
10:57:50
pepe mon dijo:
2
14 de enero de 2015
12:45:18
Francisco Porto dijo:
3
15 de enero de 2015
23:32:10
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