Todavía la mayoría republicana que obtuvo la victoria en las recientes elecciones de medio término en Estados Unidos, no se ha instalado oficialmente en el Congreso. Sin embargo, un extenso documento aprobado el 4 de diciembre por esa instancia, no deja duda alguna de que Washington trama una guerra contra Rusia.
La dirección rusa lo sabe y el presidente Vladimir Putin ha recordado que su país no se cruzará de brazos frente a las amenazas que se ciernen sobre su seguridad nacional.
Ucrania ha sido esta vez la justificación de Estados Unidos para sus planes bélicos antecedidos por sanciones que pretenden debilitar a un país de gran fortaleza económica y militar y, sobre todo, decidido a defenderse como lo haría el oso que habita en la Taigá del extenso territorio.
Estados Unidos y Europa incentivan en todas sus variantes, formas de desestabilización y, a la par, con sanciones injustificadas y torpes, mueven fichas del ajedrez geopolítico mundial y acercan las más sofisticadas armas de la OTAN al extenso territorio ruso.
Entre las más recientes advertencias por el peligro de una posible confrontación directa, el exmiembro del Congreso norteamericano Ron Paul ha calificado la resolución 758, adoptada por ese órgano como “uno de los peores documentos legislativos de la historia”. En el texto, titulado ‘El Congreso temerario declara la guerra a Rusia’, el político califica la nueva resolución de “propaganda de guerra en 16 páginas” y pone en evidencia el carácter infundado de cada una de las acusaciones contra Moscú.
Por su parte, el presidente Vladimir Putin ha respondido con firmeza a cualquier acusación falsa y se sabe respaldado por un pueblo patriótico que lo apoya, piedra angular del mejor muro de contención con el que se estrellan las intenciones occidentales.
Putin denunció recientemente que la Carta de Naciones Unidas y las decisiones del Consejo de Seguridad son violadas por el autoproclamado líder del “mundo libre”, con la complicidad de sus amigos, en referencia directa a Washington y los países europeos embarcados con amenazas y sanciones a una nación soberana.
El gobernante ha manifestado que “actúan como les gusta: aquí y allá, usan la fuerza contra Estados soberanos, crean coaliciones con base en el principio de ‘Si no estás con nosotros, estás contra nosotros’. Para que las agresiones parezcan legítimas, obligan a las organizaciones internacionales a adoptar acuerdos necesarios, y si por alguna razón esto no funciona, simplemente ignoran al Consejo de Seguridad de la ONU y a la ONU en general”.
Con anterioridad, en una entrevista realizada al general ruso Leonid Ivashov, antiguo jefe de la Oficina de Asuntos Extranjeros del Ministerio de Defensa y presidente de la Academia de Estudios Geopolíticos, este lanzó una advertencia clara y precisa sobre las consecuencias dramáticas que podrían desprenderse de la crisis ucraniana.
“Ellos acusan de agresión a la parte que quiere defenderse. Eso es lo que nosotros vemos en Ucrania y en Siria hoy en día. Se trata de un proyecto occidental de una guerra de nuevo tipo. En los dos casos vemos un enfoque claramente anti-ruso. Es bien conocido que las guerras comienzan con operaciones de guerra psicológica y de manipulación de la información”, aseguró Ivashov.
En este contexto vale recordar que mientras en Kiev se utilizan las fuerzas más reaccionarias, entre ellas las de carácter fascista, para hacer rendir por hambre a una población de algo más de cinco millones de ciudadanos de habla rusa o con vínculos sanguíneos; y se bombardean instalaciones civiles, escuelas, hospitales y otros centros de las regiones de Donetsk y Lugansk; los grandes medios de comunicación al servicio de Estados Unidos inundan al planeta con una reiterada propaganda anti- rusa en busca de un sentimiento universal para justificar nuevas y mayores acciones —incluyendo la militar— contra Moscú.
Ucrania es una ficha dentro de ese escenario donde hay otras, también importantes, como Siria, país al que se trata de poner de rodillas, primero con el financiamiento y reclutamiento de grupos terroristas que han matado y mutilado a decenas de miles de ciudadanos, incluyendo mujeres, niños y ancianos, y ahora con bombardeos —sin aprobación alguna del gobierno de Damasco— que, según el Pentágono, tratan de eliminar al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Estados Unidos y Occidente no deben olvidar lo enfatizado por Putin en su reciente discurso en la conferencia de Valdai, en Sochi, cuando aseguró que el oso ruso que vive en la Taigá, “no tiene intenciones de trasladarse hacia otras zonas climáticas porque no se sentiría cómodo en ellas. Pero jamás permitiría que alguien se apropie de su Taigá. Creo que esto está claro”, concluyó el mandatario.
También llamó la atención sobre que “aún existe la oportunidad de construir un nuevo orden mundial que evite el estallido de una guerra global. Este nuevo orden mundial, necesariamente incluye a los Estados Unidos, pero solo podrán hacerlo si ellos aceptan participar en las mismas condiciones que todos los demás: con sujeción a la ley y los acuerdos internacionales; absteniéndose de realizar acciones unilaterales; y con pleno respeto por la soberanía de las otras naciones”.















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Rocosloy dijo:
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22 de diciembre de 2014
23:47:09
gabo dijo:
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23 de diciembre de 2014
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Agustín dijo:
3
23 de diciembre de 2014
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fernando lopez dijo:
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23 de diciembre de 2014
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Norberto Bejerano Díaz dijo:
5
23 de diciembre de 2014
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José Molina Vidal dijo:
6
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iglez dijo:
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23 de diciembre de 2014
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mat dijo:
9
23 de diciembre de 2014
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José Molina Vidal dijo:
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23 de diciembre de 2014
15:47:22
José Molina Vidal dijo:
11
23 de diciembre de 2014
15:51:17
Albert dijo:
12
23 de diciembre de 2014
15:58:18
nicolas dijo:
13
24 de diciembre de 2014
18:11:00
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