El candidato de la gobernante coalición Frente Amplio (FA) obtuvo 1 226 105 votos (53,6 %) en las elecciones del domingo último en Uruguay, casi 300 000 más que su contrincante del Partido Nacional o Blanco, que logró 939 074 votos (41,1 %). Son datos oficiales de la Corte Electoral difundidos tras finalizar el recuento.
En total acudieron a las urnas 2 321 230 uruguayos de un total de 2 620 791 (88,5 %).
Los partidos de derecha amanecieron el lunes con las caras largas y su ilusión se derrumbó como si les hubiese caído un cohete crucero norteamericano encima. Las encuestas erraron, a propósito, en la primera vuelta, cuando Tabaré Vázquez podría haber alcanzado la mayoría absoluta, pero un acuerdo entre las empresas de opinión y los medios de difusión de la derecha económica volcó una propaganda masiva a favor del nacional Luis Lacalle Pou.
No valieron discursos ni promesas de la derecha uruguaya, entresacadas, ciertamente, del programa de gobierno del Frente Amplio; la obra ejecutada en los diez años anteriores tuvo más peso que la publicidad.
Los partidos de derecha parece no haber tomado en cuenta que Uruguay tiene una población muy estable en sus sentimientos políticos, y algunos señalan que el 75 % de los electores ya habían decidido por qué partido votar dos años antes de las elecciones, sobre todo considerando el hecho de que en el país de Artigas no suele haber inclinaciones bruscas de pensamiento y sí una corriente que podríamos llamar pausada y convencida de lo que quiere.
Tabaré comenzará su segundo mandato el 1ro. de marzo, cuando termine el mandato del actual y popular presidente José Mujica.
¿Qué llama la atención de las primeras expresiones del presidente electo?
Tras conocer los primeros resultados oficiales que le daban la victoria, pidió a sus compatriotas que no lo dejen solo en el próximo Gobierno y que le adviertan si hay errores en el camino.
“Vamos a gobernar con ustedes, no queremos que nos sigan, queremos que nos guíen. No nos dejen solos”, ha requerido Vázquez ante una febril multitud de partidarios del FA que se concentró en el centro de Montevideo para celebrar la victoria.
“Si vamos bien esperamos que nos lo digan, pero si vamos mal queremos que nos ayuden a corregir el rumbo”, ha añadido Vázquez, de 74 años, oncólogo de profesión con experiencia en la administración del país desde el 2005 al 2010.
El presidente electo prometió “cumplir hasta la última coma con el programa del Frente Amplio. Dentro de la Constitución y la ley todo; fuera, nada”.
Para enfatizar que Tabaré no debe encontrar muchas dificultades en su nuevo periodo, se puede recordar que el FA logró también mayoría en ambas cámaras del Parlamento, lo que le da la posibilidad de que sus propuestas legislativas no tengan barreras insalvables y sea relativamente fácil hacer aprobar leyes que profundicen el curso social y la lucha contra la pobreza, que ya ha dado resultados positivos en los diez años anteriores de administración del FA.
Si algo queda claro actualmente, es que las encuestadoras se equivocaron al dar ventaja a Lacalle Pou para la segunda ronda, de acuerdo con sus análisis posiblemente manipulados.
Ya no queda espacio para especulaciones. El oncólogo Tabaré Vázquez es el nuevo presidente de Uruguay y sus primeras palabras fueron dirigidas a favor de la integración de América Latina y el Caribe y la creación de empleos.
La victoria de Tabaré y el Frente Amplio abre nuevas perspectivas para la unión de América Latina y de su red de instituciones integradoras y despeja el camino para las fuerzas populares que continúan su avance en el continente.
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Mylenka dijo:
1
3 de diciembre de 2014
08:45:59
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