A pesar de los escollos en el camino para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado en Colombia, el balance de los últimos dos años de conversaciones de paz en La Habana entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP es positivo.

De una u otra manera, ese hecho fue reconocido por ambas partes este miércoles, cuando se cumple un nuevo aniversario del inicio de los diálogos en la capital cubana en medio de una suspensión temporal debido a la retención de un alto general colombiano.
“Dos años llevamos negociando esa agenda, una agenda de cinco puntos y ya nos hemos puesto de acuerdo en tres de ellos. Hemos avanzado como nunca antes se ha avanzado en múltiples intentos para lograr la paz con las FARC”, dijo Santos durante un acto de entrega de tierras en el departamento de Tolima.
El mandatario afirmó que espera que se resuelva pronto el impasse producido en las conversaciones por la retención en el departamento de Chocó del general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, junto a otras dos personas.
Santos agradeció a los países garantes, Cuba y Noruega, por los esfuerzos que están realizando para resolver la situación de “buena forma y lo más rápido posible”.
Por su parte, el líder guerrillero Iván Márquez, miembro de la delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), repasó los avances y retos en los tres puntos de la Agenda en los que se ha llegado a acuerdos parciales: la problemática agraria, la participación política y la solución al problema de las drogas ilícitas.
“Hemos avanzado mucho en ganar confianza entre las partes. Dos años nos han permitido conocernos más, lo cual puede incidir para que los resultados de las conversaciones sean más prácticos y viables”, refirió Márquez en conferencia de prensa en el capitalino Palacio de Convenciones.
Respecto a los obstáculos que aún están presentes para llegar a una solución política definitiva al conflicto, el jefe guerrillero mencionó la negativa gubernamental de pactar un cese al fuego bilateral y escalonar la guerra.
“Si algo necesita este proceso de paz, habiéndose colocado en el punto en que se encuentra, es que sus discusiones transcurran en ambiente de tranquilidad que le de más confianza al esfuerzo que se hace colectivamente”, concluyó.
Entretanto, miles de colombianos salieron a las calles la víspera a reclamar que se reanuden las conversaciones de paz y se llegue a una salida negociada al caso del general Alzate y otros militares retenidos.















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GUSTAVO OSPINA MARIÑO dijo:
1
20 de noviembre de 2014
10:21:42
Manuel Betancourt Barbiel dijo:
2
20 de noviembre de 2014
17:03:07
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