
Tilonia, en pleno desierto en el estado de Rajastán, a unas siete horas de la ciudad de Delhi, la capital de la India, es la sede de un proyecto que en los últimos 42 años ha engendrado solo amor por la humanidad. Barefoot College —la escuela de los pies descalzos—, es un remanso de paz y altar de respeto por ese mundo cada vez más amenazado por la especie humana.
Allí, bajo los ideales de Gandhi, se sirve, educa y apoya a las personas de menos recursos a partir de reforzarles sus conocimientos con el fin de que puedan vivir de manera sostenible en sus aldeas, villas o poblados.
Uno de los enfoques del proyecto que hoy cuenta con el apoyo del gobierno Indio es formar y educar mujeres, madres y abuelas, ya que ellas son el pilar de la familia, y la sociedad.
“Un proverbio oriental dice que si se educa a un niño se forma a un hombre, pero si se educa a una niña se forma a una aldea”, expresó a Granma Internacional Rodrigo París, representante de Barefoot College para América Latina y el Caribe.
¿Cómo surge la idea?
París afirma que fue una propuesta de un hombre llamado Bunker Roy con el ánimo de recuperar los valores e ideales de Gandhi. “Él recibió una gran educación en su familia y en lugar de seguir los pasos tradicionales de obtener un buen empleo y generar dinero, decidió apostar por un trabajo social hacia las personas con menos recursos. Creó la escuela y desde entonces vive en dicho lugar y trabaja todo el tiempo para educar a esas personas”, aseguró.
¿Por qué sólo mujeres mayores de 35 años?
“Ellas son el centro de la familia y de la comunidad en cualquier lugar del mundo. Mayores de 35 años porque ya a esa edad han procreado, piensan como madres y tienen raíces profundas en el lugar donde viven. Una mujer madre, con esa edad, no sólo piensa en su bienestar si no en el de sus hijos y en el de la comunidad, en el futuro, respetan su pasado, quieren la tierra done nacieron. Potenciar el conocimiento de ellas garantiza que la comunidad se beneficie de ese conocimiento, y que la comunidad aproveche ese ejemplo demostrado por esa mujer para sus hijos, familia y todos alrededor”, afirmó.
En la escuela de los pies descalzos, el programa estrella es el de Ingeniería Solar, por lo que básicamente, la mujeres que llegan a Tilonia, proceden de aldeas rurales de todo el mundo donde no hay electricidad. Este es justamente uno de sus más elevados valores, la enseñanza del uso de las Fuentes Renovables de Energía, en un mundo al que ya no le cabe una agresión más a su medio ambiente.

¿Qué tiempo dura el curso?
“Es de seis meses cada año y participan 40 mujeres de Latinoamérica, Asia, África y Oceanía. Al no haber un idioma en común y siendo muchas de ellas analfabetas ya que vienen de zonas muy apartadas de sus países, aprenden con los colores, con los números y con las señas. Es un aprendizaje artesanal, de repetir, de aprender, de re-aprender, de tener paciencia, de hacer las cosas una y otra vez hasta que se fijan”, dijo París.
Afirma que las mujeres le han demostrado que todo es posible, que la voluntad y los sueños hacen a los logros. “Ellas se van de Barefoot llenas de nostalgia, hacen amistades con mujeres de otras partes del mundo que no sabían que existían, se demuestran a ellas mismas todo lo que valen, logran asimilar rasgos de la cultura India, entienden que la educación es un tesoro y se convierten en un ejemplo espectacular para sus hijos y nietos”, comenta el representante del proyecto para el área latinoamericana y caribeña.
“Las mujeres de Paraguay fueron las primeras latinoamericanas en viajar a Tilonia, eran discapacitadas físicas, en sillas de ruedas, y eso no fue impedimento para su superación en energía solar. Las haitianas llevaron su música y en sus descansos y ratos de ocio, la compartían y terminaban bailando muchas de ellas, contagiando a sus amigas, de otros países, en un círculo virtuoso, en que el entendimiento y la comunicación aparecen sin importar raza, idioma, religión, origen”, abundó París.
Desde el pasado mes de septiembre Acelia Arias Reyes y Mileidis Fonseca Oliva, dos cubanas de la oriental provincia de Granma, participan en Bareffot College para enriquecer sus experiencias en cuanto al empleo de la energía solar como fuente de generación eléctrica, la cual llevan adelante en el poblado de Magdalena, en las cercanías de la ciudad de Bayamo.
Ellas, como el resto de las participantes en Tilonia, no hablan inglés aunque sí accedieron a procesos docente-educativos como parte del sistema nacional de enseñanza de Cuba, con alcance en todo el país. Sin embargo, por primera vez tomaron un avión y viajaron al otro lado del mundo.
Hasta la India fueron estas granmenses con la misma sed de aprender que sus nuevas compañeras y preñadas por esa filosofía de Mahatma Gandhi, expresada en una frase de gran sabiduría: "Vive como si fueras a morir mañana; aprende como si el mundo fuera a durar para siempre."
La iniciativa de Barefoot College es un ejemplo para el mundo, desde un país que hoy representa a una de las economías emergentes más importantes del planeta y miembro del Grupo BRICS. La India, desde Tilonia muestra al universo una de las más bellas y nítidas expresiones de la cooperación Sur-Sur, expresado en otra sentencia de Gandhi: "El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de que dispone el mundo".
COMENTAR
Responder comentario