A la conquista de la soberanía tecnológica

CARACAS.—Progresar científica y tecnológicamente ya no es una utopía para los países del Sur. Mu­chas son las naciones que, co­mo Ve­ne­zuela, se han lanzado a la conquista del desarrollo en ese campo, y con resultados alenta­dores.

Este país sudamericano tiene dos satélites orbitando en el espacio que toman imágenes digitales de alta resolución del territorio y con ello favorecen el desarrollo de investigaciones en diversas esferas.

El primero de ellos es el Simón Bolívar, lanzado hace seis años des­de una base en China y que cuenta con una base tecnológica muy no­vedosa. A este se le suma el Satélite Miranda VRSS-1 lanzado al espacio desde el Centro de Lanza­miento de Satélites de Jiuquan, en la nación asiática, el 28 de septiembre del 2012.

A dos años de su puesta en órbita, el Miranda captura 350 imágenes de alta resolución diariamente, lo que permite el acceso a una información mucho más precisa en áreas como defensa, minería, agricultura, salud y medio ambiente.

De acuerdo con los técnicos ve­nezolanos encargados del proyecto, esta nave espacial está ubicada a unos 639 kilómetros de la superficie terrestre, se desplaza a una velocidad de 28 000 km/h y ha dado al menos 10 200 vueltas al planeta.

El Miranda es controlado plenamente por venezolanos desde la Estación Terrena de Control Satelital en la Base Aeroespacial Manuel Ríos, en el estado Guárico, y en las instalaciones del Sistema de Aplicaciones Terrestres, en la Base Aérea Francisco de Miranda, en La Carlota. La preparación del personal tiene lugar en el Instituto Shenzhou de la Academia China de Tecnología Espacial (Bei­jing), y abarca temas relativos al diseño de satélites, así como su construcción y operación.

La puesta en órbita de estos satélites es una muestra de los convenios de cooperación tecnológica en­tre Venezuela y el gigante asiático im­­pulsadas por el líder bolivariano Hugo Chávez. Forma parte además de los primeros pasos por alcanzar la soberanía en ese campo,  y de in­sertarse en una carrera que ofrece mu­chos beneficios para el desarrollo pacífico de las naciones.