WASHINGTON.— Desde que se extendió el fracking en Colorado y Nuevo México, Estados Unidos, se han registrado 16 terremotos en esa zona de magnitudes superiores a 3,8 en la escala de Richter.
La responsable de ese notable aumento, dicen los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), es la técnica de manejo de aguas residuales de las empresas que usan el método de fracturación hidráulica para extraer gas o petróleo, reportó BBC Mundo.
El fracking es una técnica que permite extraer petróleo o el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad.
Para alcanzar y fracturar la roca de esquisto, se perfora y se inyecta a alta presión gran cantidad de agua con aditivos químicos para liberar el gas metano.
Entre el 25 y el 75 % del fluido inyectado vuelve a la superficie, según la Royal Society, la Academia de Ciencias británica.
Esas aguas residuales se almacenan en estanques a cielo abierto excavados en la tierra, tratadas y reutilizadas o, como en el caso que estudió el USGS, inyectadas a alta presión en formaciones rocosas, en depósitos subterráneos.
Los expertos del USGS observaron que desde que las empresas comenzaron a inyectar grandes cantidades de agua residual dentro de pozos subterráneos en Colorado y Nuevo México, lo que antes era una zona tranquila en términos sísmicos ha tenido 16 terremotos.
Además, señalan los científicos, el epicentro de todos los sismos ha estado muy cerca de estos pozos de inyección hidráulica.
“El incremento de los terremotos está limitado al área de actividad industrial y dentro de un radio de 5 km de los pozos de inyección de agua residual”, asegura el estudio firmado por el geofísico Justin Rubinstein.
Según el científico del organismo federal, la mayoría de los pozos de inyección de aguas residuales en Estados Unidos son fruto de la extracción de gas y petróleo.
“Pensamos que en algunos de esos pozos de inyección los fluidos se abren camino hasta las fallas (tectónicas) de la zona y, en algún sentido, las lubrican, facilitan los terremotos”, dijo Rubinstein, citado por la Radio Pública de Colorado.
El trabajo del equipo liderado por Rubinstein ofrece una detallada revisión histórica de la cuenca sedimentaria de Ratón —en el sur de Colorado y el norte de Nuevo México— que ha visto un auge en la producción de gas natural en los últimos veinte años, junto a la necesidad de la industria de deshacerse del agua residual.
El nuevo informe coincide con la publicación de un estudio en la revista científica de la Academia de Ciencias estadounidense que sugiere que otro de los problemas relacionados con el fracking, la contaminación de agua potable con gas de esquisto, se debe a defectos de los pozos y no directamente a la fracturación hidráulica.
Los investigadores analizaron el agua contenida en 130 pozos de Pensilvania y Texas, y siguieron el rastro del metano, para concluir que la filtración del gas se debe al mal revestimiento de esos depósitos.
La contaminación del agua por los aditivos o por las fugas de metano y la ocurrencia de sismos son los principales riesgos a los que apuntan los detractores del fracking.















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Jose A Garcia dijo:
1
18 de septiembre de 2014
09:57:26
luisman dijo:
2
18 de septiembre de 2014
10:14:33
Jorge Piñon dijo:
3
18 de septiembre de 2014
11:47:14
Juan Domingo Nuriel dijo:
4
19 de septiembre de 2014
04:08:33
Carlos dijo:
5
19 de septiembre de 2014
14:10:54
Jorge Piñon dijo:
6
19 de septiembre de 2014
16:46:33
Carlos dijo:
7
19 de septiembre de 2014
22:31:20
Juan Domingo Nuriel dijo:
8
19 de septiembre de 2014
23:15:32
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