SANTIAGO DE CHILE.— “Lo que ha sucedido es horrible, pero Chile sigue siendo un país seguro”, declaró este lunes la presidenta Michelle Bachelet, tras la explosión de una bomba en el metro de Santiago que hirió a ocho personas, dos de ellas de gravedad.
Bachelet calificó el hecho de “abominable” y aseguró que el Gobierno aplicará “toda la fuerza de la Ley antiterrorista” para castigar a los culpables, según EFE.
La mandataria hizo estas declaraciones tras visitar a tres de las personas heridas en una clínica de Santiago, luego de la detonación en una galería de comestibles de la estación Escuela Militar en pleno horario de almuerzo.
“Se trata de un acto que tiene todas las características de un hecho terrorista, no cabe duda”, dijo ante los medios el portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde.
Según las primeras investigaciones, el artefacto explosivo fue elaborado a partir de un extintor y un dispositivo de relojería instalado en un basurero y activado desde distancia.
“El Gobierno no va a descansar hasta el último día para que estas personas lo antes posible estén pagando su condena, estas personas que intentaron asesinar a chilenos inocentes”, afirmó el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
El viceministro del Interior, Mahmud Aleuy, agregó: “los sospechosos son dos personas jóvenes” que habrían huido en un vehículo, aunque sigue abierta la investigación.
Más de un centenar de explosiones de artefactos artesanales han ocurrido en los últimos cinco años en Chile —contra cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas o restaurantes, entre otros—, pero hasta ahora solo habían provocado destrozos y algún herido leve.















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