QUITO.— El séptimo tribunal de Garantías Penales de Pichincha, en Ecuador, declaró culpables a seis policías en servicio activo por el delito de intento de magnicidio contra el presidente Rafael Correa durante el proyecto de golpe de Estado del 30 de septiembre del 2010.
La Fiscalía acusó a los gendarmes de disparar contra el vehículo en el que fue rescatado de un hospital policial el mandatario, la noche del 30 de septiembre, tras ocho horas de retención contra su voluntad.
Para el Ministerio Público, los procesados habrían disparado a la caravana militar que protegió al vehículo que sacó al jefe de Estado de la sitiada casa de salud.
En el proceso, el perito dominicano Mario Grillo presentó un informe en el que manifestó por videoconferencia que “los rasgos faciales y estudios de voz corresponden a cinco de los seis procesados de los que la Fiscalía solicitó el análisis”.
Ahora, se espera que los jueces se pronuncien acerca del tiempo de la condena que deberán cumplir los procesados, sin embargo, el código penal vigente sanciona a este delito con prisión de ocho a 12 años.
En este contexto, la justicia ecuatoriana ha sentenciado hasta el momento a más de 100 personas relacionadas con el caso, mientras que otras 400 se encuentran enfrentando distintas etapas procesales penales, dijo Carlos Baca, comisionado que investigó profundamente los hechos, a la agencia ecuatoriana Andes.
La investigación presentada a la Fiscalía permitirá abrir nuevos casos judiciales y juzgar a otros responsables del intento de rompimiento del orden democrático.
El 30 de septiembre del 2010 ocurrió una sublevación policial por presuntos reclamos gremiales. El presidente Rafael Correa fue retenido por más de diez horas en el Hospital de la Policía y su liberación se logró gracias a la intervención del Ejército. El intento de golpe de Estado dejó diez muertos y unos 300 heridos entre militares, policías y civiles.















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