Este lunes hizo un siglo de que, en la madrugada del 28 de julio de 1914, el Imperio austrohúngaro declarara la guerra a Serbia.
Un total de 38 países con una población de más de 1 500 millones de habitantes, es decir, un 75 % de toda la población mundial en aquella época, se vieron involucrados en el conflicto, según recuerda Russia Today.
La Primera Guerra Mundial sirvió de campo de prueba para nuevos métodos de hacer la guerra y nuevas armas. Así, durante los combates fueron usados por primera vez los cascos de hierro, los lanzallamas, tácticas combinadas de artillería, infantería, tanques y aviación, así como las armas químicas y las máscaras antigás.
Entre otras tecnologías utilizadas en la Primera Guerra Mundial destaca el uso de perros lazarillos, aparatos de rayos x y la creación de los bancos de sangre.
A pesar de que el armisticio fue firmado el 11 de noviembre de 1918 para poner fin a los combates en el campo de batalla, se necesitaron meses de negociaciones para firmar el 28 de junio de 1919, en el Palacio de Versalles, en París, el tratado que oficialmente puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Una de las disposiciones más importantes estipulaba que Alemania y sus aliados aceptasen toda la responsabilidad moral y material de haber causado la guerra, desarmándose y realizando importantes concesiones territoriales a los vencedores, a los que tendrían que pagar indemnizaciones económicas.
Muchos historiadores coinciden en que las contradicciones intercapitalistas en Europa no se resolvieron con el fin de la Primera Guerra Mundial, lo cual creó las condiciones para el estallido de la Segunda, dos décadas después.
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la cienfueguera dijo:
1
29 de julio de 2014
14:42:37
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