Yachay, la ciudad donde se construye el futuro de Ecuador

Una ciudad construida desde cero como espacio de generación de conocimiento e innovación tecnológica es una de las más ambiciosas apuestas de la Revolución Ciudadana en Ecuador, que busca dar un salto económico y cambiar la matriz productiva dependiente de la explotación de recursos naturales.

Yachay, palabra que en idioma kichwa significa conocimiento, aspira a convertirse en un motor de desarrollo de nuevo tipo para Ecuador y un referente para el resto de América Latina.

La ciudad ya está en construcción en el cantón San Miguel de Urcuquí, un valle rodeado de colinas y montañas  localizado al noroccidente de la provincia de Imbabura, en un área de cuatro mil 489 hectáreas, a poco más de 100 kilómetros de la capital, Quito.

Según explicó a Granma Rina Pazos, sub­secretaria general de Educación Superior, Cien­cia, Tecnología e Innovación del país su­damericano, el objetivo del plan es la materialización del Buen Vivir, tal y como establece la Constitución aprobada en el año 2008.

“Nosotros pensamos que el camino para alcanzar ese Buen Vivir atraviesa por construir un nuevo modelo económico que se fundamente en el conocimiento”, refirió Pazos en una reciente visita a Cuba como parte de una delegación encabezada por el vicepresidente, Jorge Glas.

Precisamente el corazón de la urbanización será la Universidad Científica y Experimental del Ecuador. El centro de altos estudios servirá de eje de todo un entramado de institutos públicos y privados de investigación, centros de transferencia tecnológica, empresas de alta tecnología y la comunidad agrícola y agro in­dustrial.

Las cinco áreas de trabajo fundamentales serán ciencias de la vida,  tecnologías de la información y la comunicación, nanociencias, energías y petroquímica.

“Yachay es un gran clúster de innovación en donde van a estar en conjunto la academia con la sociedad, el sector privado y las empresas públicas”, apuntó Pazos.

La sinergia entre esos elementos creará un ecosistema en el que los estudiantes tendrán muy cerca proyectos reales en los que podrán participar durante y después de su formación.

Según la Subsecretaria ecuatoriana, una de las claves del éxito está en el enfoque social. ??Lo que se busca es crear productos, bienes y servicios con valor agregado que tengan una aplicación en el mercado, pero que primordialmente se enfoquen en la solución de los problemas de la población, tales como el derecho a la salud, la educación y una vida digna”.

Con esos objetivos, el Estado ecuatoriano tiene prevista la inversión de más de mil millones de dólares hasta el año 2017, monto al que se sumarán los aportes privados, tanto nacionales como extranjeros, que logre atraer el parque tecnológico y empresarial.

AMÉRICA LATINA FRENTE A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

La economía del conocimiento ha dejado de ser una frase de académicos y futurólogos para insertarse en la realidad del siglo XXI.

Los economistas alertan que América La­tina ha basado su vertiginoso desarrollo de los últimos años en la exportación de materias primas y productos agroindustriales, cuyos precios en el mercado internacional se han caracterizado por ser volátiles.

La región, que llegó tarde incluso a los procesos de industrialización que generaron enormes fuentes de capital en el llamado primer mundo, tiene el reto de hacer frente a una nueva era de constantes avances científicos.

Los datos oficiales indican que va rezagada. Latinoamérica es hogar del 8 % de la población global y, sin embargo, en 2010, solo el         2,6 % de las solicitudes de registro de patentes de nuevos inventos surgieron de la región.

Mientras la mayor parte de los países de­sarrollados y los de crecimiento más ace­lerado en Asia invierte casi el 3 % de su PIB en la llamada Investigación más Desarrollo (I+D), el promedio de la región está por debajo del 1 %.

Proyectos como Yachay buscan cambiar esa realidad y borrar la brecha creada por cientos de años de desarrollo desigual.

INVERTIR EN EL SER HUMANO

No  son pocos los retos que enfrenta un país pobre como Ecuador para desarrollar su capital humano, cuando aún se lucha contra flagelos como el analfabetismo total y el funcional, o por la erradicación de enfermedades curables que cuestan la vida a miles de niños.
Además, los países de América Latina y el Caribe han sufrido históricamente el robo de cerebros por parte de países desarrollados o empresas trasnacionales.

“El tiempo es apremiante y debemos hacerlo todo muy rápido y todo muy bien”, opinó Pazos respecto a la necesidad de atraer profesionales que innoven y al mismo tiempo transmitan esos conocimientos a las nuevas generaciones.

En ese sentido, destacó el impacto que tendrán las becas Prometeo. “Mediante ese sistema llevamos a Ecuador expertos de alto nivel que tienen mucha experiencia en temas concretos para que nos ayuden formando a nuestros profesionales o realicen allí investigaciones de alto nivel”.

Al mismo tiempo, resalta que mediante financiamiento estatal se han enviado más de ocho mil estudiantes ecuatorianos a las mejores universidades del mundo. “Son estrategias paralelas que nos ayudan a construir este sistema de economía social del conocimiento”, concluyó Pazos.

Quizás la mejor definición del boom que está a punto de vivir Ecuador la dio el propio pre­sidente Rafael Correa al dejar inaugurado en marzo el campus patrimonial y curso de ni­ve­lación en la Universidad Yachay, que oficialmente abrirá sus puertas en septiembre de este año.

“Aquí en Urcuquí, está naciendo la patria nueva, el Ecuador que se proyecta hacia el futuro como un país soberano que ha decidido fundamentar su desarrollo en la única fuente inagotable de riqueza que es el talento humano, el conocimiento”.