En días recientes el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, visitó Israel, donde se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu y luego hizo lo mismo en tierra palestina con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas. Al final y ante la prensa, el diplomático volvió a “asegurar” que su gobierno trabaja para que reine la paz en la zona, los palestinos tengan su Estado e Israel tenga garantizada su seguridad.
unque loable lo dicho, ninguna de estas palabras resultan nuevas en tan viejo conflicto, en el que los distintos gobiernos israelíes, con el apoyo militar, financiero y diplomático de Washington, siempre han apostado a la liquidación de la población palestina y a la no existencia de su Estado.
Esta vez, apenas el avión en el que viajó Kerry levantó vuelo de Tel Aviv, las tropas sionistas arremetieron contra la población de Gaza, donde en los últimos días han matado a más de una decena de civiles y hasta quemaron vivo a un joven palestino.
Para la administración sionista la “justificación” sigue siendo la misma: respuesta a los cohetes palestinos lanzados contra tierra israelí.
Algunas interrogantes tendría que hacerse la comunidad internacional respecto a lo que sucede allí. ¿Cuándo la ONU o su Consejo de Seguridad condenarán o impondrán sanciones al Israel belicista y genocida? ¿Cuándo algún gobierno de Estados Unidos levantará su brazo junto al de la gran mayoría de los Gobiernos del mundo para, al menos, mostrarse en contra de la barbarie israelí? ¿Por qué Washington, especialista en eso de poner sanciones económicas y financieras, no suspende la ayuda de más de tres mil millones de dólares que ofrece cada año a Tel Aviv?
Otras preguntas pudieran ser: ¿ya la ONU o su Consejo de Derechos Humanos condenó el hecho de que un adolescente palestino fuera quemado vivo?
El cuerpo sin vida de Mohammad Abu Jedeir, joven palestino del barrio de Shuafat en el Jerusalén Este ocupado, fue hallado quemado el miércoles en un bosque de la parte oeste de la ciudad. Los palestinos han acusado a extremistas judíos de haberle secuestrado y asesinado.
Los palestinos, por su parte, tienen derecho a defender su tierra, pero el lanzamiento de cohetes sin rumbo fijo desde Gaza no debe ni puede ser el elemento disuasivo contra Tel Aviv, pues, por el contrario, eleva las tensiones y permite la llamada “respuesta” militar que tantos muertos y heridos está causando.
En una Palestina que muy recientemente dio un paso fundamental y con buena acogida internacional al declarar la unión entre los movimientos Hamas y Al Fatah, vuelve a reinar el lenguaje de las armas y la sangre de civiles escribe una nueva página, en la que se muestra a un Israel genocida y a una comunidad internacional silenciosa y carente de acciones verdaderas por parte de las instituciones mundiales y Gobiernos comprometidos —si es que lo están— con el objetivo de que la paz reine para siempre en la zona.
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daniel montecinos dijo:
1
9 de julio de 2014
07:49:08
ariel rodriguez dijo:
2
9 de julio de 2014
12:27:10
Elson Concepcion Perez, dijo:
3
9 de julio de 2014
15:56:31
Roberto Dante dijo:
4
10 de julio de 2014
10:34:35
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