DAMASCO.— Fuerzas progubernamentales combatían el martes a los insurgentes por el control de la principal refinería de Irak, al tiempo que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, presionaba para lograr la unidad frente a la ofensiva yihadista que ha dejado ya más de mil muertos.
AFP reporta que Kerry se entrevistó en Erbil (norte) con los dirigentes kurdos luego de haber prometido a Bagdad un apoyo “intensivo” para detener la ofensiva que hizo posible a los yihadistas tomar amplias zonas del territorio, desplazar centenares de miles de iraquíes y poner bajo presión al primer ministro chiíta Nuri al-Maliki.
Kerry trata de forzar una unión entre las diferentes fuerzas políticas de Irak ante la ofensiva de los insurgentes.
Los rebeldes, liderados por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), han tomado varios territorios iraquíes del norte, el oeste y el este en una ofensiva relámpago ante un ejército débil.
Más de mil personas murieron entre el 5 y el 22 de junio en varias regiones de Irak donde los yihadistas llevan a cabo la ofensiva, indicó este martes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
La misión de Kerry se anuncia sin embargo complicada. El presidente kurdo, Masud Barzani, llamó a la dimisión de Maliki.
“Como sabe todo el mundo, se trata de un momento muy crítico para Irak, y la formación de un gobierno es nuestro principal desafío”, afirmó Kerry ante el presidente kurdo.
El presidente Barack Obama anunció la semana pasada el envío de consejeros militares para ayudar al ejército, aunque excluyó ataques aéreos tal y como lo pedía Bagdad.
Sin embargo, algunas agencias de prensa reportaban este martes ataques con drones estadounidenses sobre posiciones de milicianos extremistas en la frontera de Irak con Siria, aunque el Pentágono negó las acusaciones, según PL.
Al mismo tiempo, Kerry aseguró que Obama se reserva el uso de la fuerza en Irak.















COMENTAR
Rene dijo:
1
24 de junio de 2014
23:34:04
Responder comentario