
MOSCÚ.—El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, denunció el domingo que los manifestantes que atacaron el sábado la embajada de Rusia en Kiev “querían apoderarse del edificio y ver correr la sangre”.
Manifestantes ultranacionalistas se subieron el sábado en las rejas de la embajada de Rusia en Kiev, rompiendo ventanas y atacando vehículos diplomáticos.
El Canciller ruso agregó que “nuestros diplomáticos sintieron que los atacantes se querían apoderar físicamente de la embajada”, y aseveró que los militantes de la unidad Azov, financiada por el oligarca ucraniano Ígor Kolomoiski, jugaron un papel protagónico en el ataque a la embajada de Rusia.
La manifestación se organizó en protesta por el derribo de un avión ucraniano de transporte de tropas que causó 49 muertos en Lugansk, en el marco del conflicto político en el que está sumergida Ucrania.
Rusia rechazó el ataque y denunció la pasividad de la policía ucraniana frente a estas “acciones provocadoras”. Los responsables deben ser castigados y los daños ocasionados deben ser compensados, exigió una nota de protesta enviada por el Ministerio de Exteriores de Rusia a la Cancillería ucraniana, informó RIA Novosti.
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16 de junio de 2014
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16 de junio de 2014
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