ATENAS.— Las dos principales formaciones de la izquierda griega, Syriza y el Partido Comunista (KKE), acusaron el martes al primer ministro Antonis Samarás de realizar un lavado de cara al gobierno para acometer nuevas medidas de austeridad.
Samarás presentó el lunes una renovación ministerial, que para el principal partido opositor, Syriza, resulta una estratagema para engañar a los ciudadanos, pues “haciéndoles creer que va a adoptar una política orientada a las personas, la realidad es que seguirá con las mismas políticas draconianas”.
En ese sentido Syriza señaló que “el gobierno tiene compromisos previos, a cambio de dos entregas de capital, como son la reducción de las pensiones y otras que se llevarán a cabo de acuerdo con el informe del Fondo Monetario Internacional”.
En la misma línea, el KKE manifestó que el nuevo ejecutivo seguirá aplicando “viejas y nuevas medidas impopulares”, recogidas en los memorandos firmados con los prestamistas, “y que forman las decisiones estratégicas cuyo fin es reforzar la competitividad del capital”.















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