KIEV.— Un avión de la Fuerza Aérea de Ucrania abrió fuego contra la sede de la administración regional de Lugansk, donde murieron al menos siete personas y 15 resultaron heridas, según testigos citados por RIA Novosti.
En el ataque aéreo, la aviación ucraniana utilizó bombas de racimo, según un comunicado publicado en el sitio oficial de la República Popular de Lugansk. Además, en el centro de Lugansk se escucharon tiroteos al reanudarse los enfrentamientos entre guardias fronterizos y las autodefensas.
Mientras tanto, en la ciudad ucraniana de Slaviansk, varios edificios, entre ellos un orfanato, recibieron impactos de artillería y aunque las milicias populares habían evacuado a los huérfanos del recinto infantil, el bombardeo dejó cinco heridos, entre ellos cuatro civiles y un miliciano, indicó Russia Today.
Al mismo tiempo, minas y obuses de las fuerzas del Ejército leales a Kiev explotaron en barrios urbanos de Slaviansk.
Por otra parte, el partido fascista ucraniano Svoboda (Libertad) exigió este lunes la implantación de la ley marcial en las regiones de Donetsk y Lugansk y el cierre de las fronteras con Rusia.
Al intervenir en una reunión de fracciones de la Suprema Rada (Parlamento), el líder de esa bancada, el ultranacionalista Oleg Tyagnibok, dijo que debía decretarse situación militar en esas dos regiones, donde Kiev lleva a cabo una operación de castigo desde mediados de abril.
Asimismo, llamó al cierre de las fronteras con Rusia y a eliminar el régimen de libre visado entre los dos países.
En medio de la tensa situación en el este ucraniano, el representante permanente de Rusia ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Alexánder Grushkó, aseguró que Rusia tomará las medidas que crea necesarias si la organización se acerca a sus fronteras.
A juicio del representante permanente detrás de toda la propaganda de la Alianza sobre las supuestas amenazas de Rusia se ve un gran interés geopolítico.















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