BRASILIA.— La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, celebró el jueves el resultado del juicio sobre la masacre de 111 presos durante un motín en el penal de Carandirú, en Sao Paulo, que terminó con la condena de 73 policías a penas entre 48 y 624 años de cárcel.
“El juicio sobre Carandirú, con amplio derecho de defensa y (realizado) en el marco de las normas del Estado de Derecho, representa una victoria contra la impunidad”, expresó la mandataria a través de su cuenta en la red social Twitter.
El proceso contra los policías acusados de perpetrar los asesinatos en octubre de 1992 fue dividido en cuatro etapas y se prolongó por 12 meses, precisa DPA.
El juicio finalizó con el anuncio de la condena a 48 años de cárcel de los últimos 15 agentes de la policía militarizada en ser juzgados por la peor tragedia de la historia del sistema carcelario brasileño.
La sesión marcó el fin de un proceso iniciado en abril del año pasado, con la condena de 23 policías a 156 años de cárcel por las muertes de 13 reclusos que ocupaban el segundo piso de Carandirú.
En julio del año pasado, otros 25 agentes fueron condenados a 624 años de cárcel por el asesinato de 52 reclusos del tercer piso y en marzo último otros diez policías recibieron penas de entre 94 y 104 años de cárcel, por la muerte de ocho presos del quinto piso.
Pese a las rigurosas penas, ninguno de los condenados fue llevado a la cárcel, ya que sus sentencias no son definitivas y todos tienen el derecho de aguardar en libertad la sentencia de un recurso de apelación.
COMENTAR
Responder comentario