NACIONES UNIDAS.— El desempleo y las dificultades para conseguir comida son indicadores que demuestran el creciente deterioro de la situación humanitaria en la Franja de Gaza, territorio palestino ocupado y sometido a un bloqueo israelí, señaló este jueves Naciones Unidas.
Según el reporte mensual de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Organización, el 41,5 % de los palestinos de Gaza carecían de trabajo en el último trimestre del año pasado, la cifra más alta desde el 2010.
Por otra parte, el 57 % de los hogares de la Franja, donde viven un millón 700 mil palestinos, se encontraba en el 2012 bajo inseguridad alimentaria, escenario agravado en los últimos meses.
El criterio de los analistas es que allí existe un ambiente de olla de presión, el cual complica la ya frágil situación creada por el prolongado bloqueo de Israel, impuesto en el 2006, advirtió la Oficina en su informe de marzo.
Al cerco se suman la imposibilidad de introducir mercancías desde Egipto a través de túneles o por el impredecible cruce de Rafah.
Entre tanto, Israel autorizó la construcción de unas 1 500 nuevas viviendas en asentamientos en territorio palestino ocupado de Cisjordania, en una decisión alentada por el Ministerio de Vivienda, informó la edición digital del diario Haaretz.
Los proyectos, que fueron aprobados el miércoles por la Administración Civil de Cisjordania, organismo dependiente del Ejército y del Ministerio de Defensa, incluyen 839 viviendas en la colonia de Ariel, donde en los pasados meses el Gobierno israelí mantenía congelada la construcción por las negociaciones de paz con los palestinos.
En este último caso, según el diario, se trata de una de las mayores ampliaciones de una colonia estos años, porque hasta ahora residían en Shvut Rajel unas cien familias.
La aprobación de estas 1 500 se suma a la decisión de la Alcaldía de Jerusalén de levantar 186 nuevas viviendas en la parte este de la ciudad, un territorio reclamado por los palestinos como su futura capital.
El anuncio se produce apenas tres días después de que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, solicitase a EE.UU. que Israel se comprometa a paralizar la construcción en los asentamientos como requisito para prolongar el plazo de la estancada negociación.
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