SANTIAGO DE CHILE.— El Gobierno de Chile pidió perdón el viernes a la comunidad mapuche por el despojo de sus tierras y admitió que la nación tiene una deuda pendiente en materia de políticas públicas con este pueblo, lo que permitirá sacar de la pobreza a la región de la Araucanía, donde vive la mayoría de estos nativos.
En la Araucanía, donde habitan unos 600 mil mapuches, esta comunidad mantiene una disputa con empresas forestales y agrícolas a las que les reclaman la devolución de sus tierras.
El nuevo intendente (gobernador) de la zona, Francisco Huenchumilla, indicó que se reunirá con todas las organizaciones de los sectores productivos que se “han visto afectados por la violencia”, ya que en este nuevo escenario “todos deben ser escuchados”.
En la Araucanía (sur), desde la década de los 90 el denominado conflicto mapuche enfrenta a la principal etnia del país con agricultores y empresarios por la propiedad de tierras que son consideradas por los nativos como ancestrales.
La lucha de los mapuches, población indígena más grande de la región, no ha cesado desde que el Estado intentara intercambiar sus tierras por dinero mediante la Ley Araucanía de Chile, precisan medios locales.















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