
KIEV.— Además, al menos 185 participantes de los disturbios en el centro de Kiev requirieron asistencia médica, según informó el Departamento de Salud Pública de la ciudad. Por otra parte, tres policías fallecieron en las revueltas, mientras que al menos 135 fueron hospitalizados.
Los oficiales de la policía de Kiev respondieron al lanzamiento de cócteles molotov en la plaza de la Independencia, conocida como Maidán, con cañones de agua y cargas para dispersar a la multitud.
Por su parte, los protestantes asaltaron el Parlamento ucraniano y, además, entraron por la fuerza en la sede del gobernante Partido de las Regiones. Una parte del edificio ardió en llamas, luego de que los protestantes lanzaran bombas incendiarias en las ventanas y rompieran una puerta, reporta BBC.
Mientras tanto, el canciller ucraniano Leonid Kozhara dijo confiar en un comunicado que gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales condenen los actos violentos de los manifestantes en Kiev.
Igualmente, la ministra interina de Justicia Elena Lukash responsabilizó a los líderes de la oposición por la nueva ola de violencia en la capital y la agudización de la situación en el país.
Por su parte, el líder de la oposición, Vitaly Klitschko hizo un llamado amenazante al gobierno para que retire a la policía antidisturbios de las calles, según RT.
La nueva ola de disturbios y confrontación violenta animada por los líderes opositores busca forzar una votación extraordinaria en el parlamento para el regreso de la Constitución de 2004, aprobada en el contexto de la denominada Revolución naranja y que es pro-occidental.















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