La historia de José Salvador Alvarenga parece salida de un libro de Daniel Defoe. Este pescador de origen salvadoreño asegura que zarpó de la costa mexicana en diciembre del 2012 con un amigo, y un problema con el motor del barco —de 7 metros de largo— hizo que se quedaran a la buena de las corrientes oceánicas del Pacífico.

Alvarenga asegura que resistió 13 meses en el mar hidratándose con agua de lluvia y sangre de tortugas y comiendo pescado crudo.
Su compañero no sobrevivió al periplo de 13 meses en mar abierto, pero Alvarenga sí. Aparentemente gracias a la sombra e hidratación por agua de lluvia, sangre de tortugas y pescado crudo.
Alvarenga apareció en el atolón de Ebon, de las Islas Marshall, donde fue asistido por un científico noruego que desarrollaba una investigación en la zona.
Aunque el noruego no hablaba español, ni el salvadoreño hablaba inglés, el científico dio la voz de alarma a las autoridades en la capital, Majuro. Allí entraron en contacto con diplomáticos de México en la región, ya que en principio se pensó que el náufrago era mexicano.
Alvarenga viajó de las Islas Marshall rumbo a Hawai. De allí voló a Los Ángeles. Al llegar a ambos destinos fue sometido a evaluaciones de salud para determinar si era posible continuar su viaje. Llegó finalmente a su país el martes pasado.
DUDAS SOBRE LA HISTORIA
"Las tortugas tienen un gran valor nutricional", le dice a BBC Mundo Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas y director de la Conferencia Mundial de Dietistas.
Lo que quiere decir que en la carne de estos quelonios, el náufrago habría conseguido una fuente de grasas y proteínas; y en su sangre, una concentración de azúcares, nutrientes y sales importantes para sobrevivir.
"Aunque faltan muchos alimentos (como vegetales, frutas y fibras) la vida es compatible y solo se va desnutriendo", señala Russolillo tras enterarse de la noticia. "Desconozco su capacidad de pesca, pero si comió mucha proteína, no tenía por qué adelgazar y pudo aguantar perfectamente".
Russolillo no ha estado involucrado directamente en el caso, pero sus años de experiencia le indican que un humano puede sobrevivir a una odisea como la que pasó Alvarenga.
La clave está en la hidratación. "Estudios indican que una persona puede pasar hasta cuatro meses en inanición, pero solo puede aguantar 4 días si no está hidratado".
Otro tema de discusión es el de su compañero de viaje. Según Alvarenga, este murió al mes de estar perdidos y lanzó su cuerpo al mar.
REGRESO A CASA
Mientras tanto, la localidad de Garita Palmera en San Salvador está engalanada para el regreso de Alveranga con globos, música, comidas y un inmenso cartel de bienvenida a la entrada de la humilde casa.
No es para menos, no solo se trata de una historia de sobrevivencia de repercusiones internacionales, sino de un reencuentro familiar.
Alvarenga dejó este pueblo hace más de 14 años para buscar una mejor vida en México y, según contaron a BBC Mundo sus padres, en todo ese tiempo solo habían logrado hablar con él una vez por teléfono.
"Da compasión verlo y a mí me da sentimiento ver a mi hijo así. Lo he llorado a mi hijo, ver la situación en la que está, pero también le pido a Dios ver a mi hijo como era antes", djio José Ricardo Orellana, el padre de Alvarenga, al día siguiente que se conoció la noticia de su aparición. (Con información de BBC Mundo)
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