ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Catherine Samba-Panza cuenta con el apoyo mayoritario del pueblo centroafricano. / Foto: AP

La República Centroafricana vive un momento crucial. La creciente ola de violencia sectaria que la afecta hace meses podría generar el éxodo completo de su población musulmana, señalan este lunes representantes de organizaciones humanitarias.

De acuerdo con el director de Emergencia de Human Rights Watch, Peter Bouckaert, es solo "cuestión de días o semanas" hasta que los musulmanes centroafricanos se vean obligados a desplazarse en masa. Ello tendría graves consecuencias en la economía, pues esta comunidad controla el mercado ganadero y varios otros negocios claves en todo el país. La crisis económica se sumaría a una ya terrible situación humanitaria, alertó.

Y es que la República Centroafricana vive en caos total desde el golpe de Estado perpetrado en marzo del 2013 por la coalición rebelde Séléka. Pese a la presencia de una fuerza internacional de pacificación con soldados africanos y de Francia, continúan los asesinatos, las violaciones y otras formas de discriminación religiosa.

Más de 500 mil civiles —de una población total de 4,6 millones—, se han visto obligados a abandonar sus hogares en el último año, dejando atrás aldeas enteras vacías, según la Agencia para los refugiados de la ONU.

El escenario es extremadamente dramático en la capital, Bangui, donde se calcula que un millón de personas necesitan ayuda para alimentarse y cubrir sus necesidades básicas.

Michel Djotodia, líder de la acción golpista contra el presidente Francois Bozize, se vio obligado a presentar su renuncia como jefe de Estado interino en enero y una nueva mandataria interina ha sido electa, la excaldesa de Bangui, Catherine Samba-Panza.

MANO DURA

Mientras los musulmanes siguen huyendo de las milicias cristianas, tal como afirman las ONG, la nueva presidenta interina de la República Centroafricana aseguró este lunes que habrá mano dura contra los incitadores de la violencia.

En declaraciones exclusivas a Euronews, Samba-Panza aseguró que "perseguirá a los culpables", después de que el viernes el Tribunal Penal Internacional para la República Cen-troafricana comenzase sus investigaciones.

Séléka había sido "oficialmente disuelta" como parte del plan de transición presentado por Djotodia poco después del derrocamiento de Francois Bozize, pero elementos reaccionarios que la conformaban continuaron realizando ataques contra la población no musulmana (75 %), lo cual condujo a la formación de grupos de autoprotección entre cristianos conocidos como "antibalakas".

"Lo normal es que las violaciones masivas de los derechos humanos no queden impunes, porque sin justicia no podremos traer la paz a la República Centroafricana. Todos deberán responder por sus actos, eso es todo. Un cierto número de personalidades han realizado una serie de actos reprochables y van a responder por dichos actos. Yo no voy a proteger a bandidos, políticos o agitadores que han llevado al país a la situación en la que nos encontramos en estos momentos. No protegeré a nadie, cada uno responderá por sus actos ante el tribunal internacional", dijo la presidenta interina.

Samba-Panza no tendrá mucho tiempo para tratar de poner fin al conflicto interno pues está previsto que la República Centroafricana celebre elecciones generales en el primer semestre del 2015. Sin embargo, no pocos analistas confían en ella para atenuar la violencia hasta entonces.

SIGNO DE ESPERANZA

Samba-Panza se convirtió en la primera mujer en gobernar este país tras varias reuniones de los miembros del Consejo Nacional (Parlamento interino) en las que se intentaron imponer criterios que excluían a antiguos rebeldes y a hombres demasiado involucrados en los anteriores regímenes políticos del proceso de elección. El domingo 19 de enero, de un total de 24 candidaturas presentadas se aceptaron finalmente ocho.

Según analistas en el terreno, esta abogada de 59 años, madre de tres hijos, tiene ahora delante de sí una tarea de titanes. No obstante, cuenta con la ventaja de que la mayor parte del pueblo, agotado de líderes que le han desangrado, confía en ella.

Es cristiana, pero tanto musulmanes como cristianos la consideran una figura políticamente neutral. Por eso también contó con el apoyo de ambas partes cuando fue designada como alcaldesa de Bangui, en mayo pasado. Ya en el 2003 se destacó por su papel frente a una comisión nacional de diálogo que buscaba la unidad del país.

Poco antes de su elección, Samba-Panza delineó su política. Destacó el restablecimiento de la seguridad, la restauración del estado de derecho, la recuperación de la economía nacional, la educación a todos los niveles, así como el fortalecimiento del sistema de salud y el acceso de ayuda humanitaria a las poblaciones más desfavorecidas.

Según ella, la violencia entre cristianos y musulmanes tiene sus raíces en la pobreza. "Cuando una parte de la población siente que no progresa, que no tiene la misma oportunidad de acceso que otros ciudadanos, se siente frustrada, lo cual conduce a que la gente se refugie en su identidad y eso lleva a la explosión social. Y por supuesto, alguna gente manipula eso, especialmente el aspecto religioso", destacó.

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