Las autoridades esperaban una alta participación, que fue finalmente del 38,6 %, un porcentaje mayor al 33 % que acudió a votar la anterior Carta Magna en diciembre del 2012, aprobada entonces con un 64 % de los sufragios.
El presidente aseguró que la aprobación de la Constitución "no es solo un objetivo de la hoja de ruta, sino una herramienta, un paso nacional verdadero y seguro" para lograr la democracia en el país.
Mansur destacó que la Constitución recoge "medidas estrictas" para construir un Egipto sobre los principios de libertad, democracia y justicia, y prometió que las autoridades velarán por las aspiraciones de los egipcios.
El presidente interino, que reemplazó al islamista Mohamed Mursi, derrocado por un golpe de Estado militar el 3 de julio del 2013, advirtió a los jóvenes de que "sus responsabilidades con Egipto no han terminado aún", instándoles a que participen en formaciones políticas.
También se dirigió a los partidos para pedirles que aprovechen el actual clima democrático para hacer de las diferencias una herramienta que permita llegar a acuerdos positivos para la nación egipcia.
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