
MADRID.— Los disturbios de esta semana en la ciudad de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León, provocaron acciones de respaldo en varias regiones de España que refuerzan un movimiento de protesta contra la política de recortes.
Los incidentes se iniciaron en Gamonal, un barrio obrero de Burgos con los más altos niveles de desempleo de la ciudad, cuyos vecinos rechazan se dediquen ocho millones de euros a un rediseño urbanístico en una zona muy afectada por la crisis. Las protestas se iniciaron después de dos años durante los cuales los vecinos expusieron sus argumentos contra las obras.
En al menos 20 ciudades españolas los manifestantes salieron a las calles para brindar su respaldo a las protestas de Burgos, donde el Ayuntamiento reiteró la decisión de no paralizar definitivamente la obra de la polémica.
Mientras, en la capital, los manifestantes se concentraron en la Puerta del Sol por tercer día consecutivo. Las dos jornadas anteriores terminaron con enfrentamientos entre la policía y los manifestantes con al menos 14 personas detenidas.
Asimismo, en Burgos, durante la jornada de ayer protestaron más de 2 000 vecinos al cumplirse una semana del inicio de las protestas.
En opinión de Pedro de Palacio, coordinador de Izquierda Unida en Burgos, y Raúl Sa-linero, concejal de la ciudad, los incidentes tienen su origen en una política de saqueo a los ciudadanos y concentración de la riqueza.
Según los políticos, los bancos que financian la construcción urbanística y las constructoras están conectados con el sector financiero que se llevan la tajada y concentran la propiedad que sostiene a partidos subordinados a las elites económicas.
La semana deja un triunfo, al menos temporal, para los residentes de Gamonal con la paralización de los trabajos, pero también expuso a nivel nacional una situación con la cual se identificaron grupos de personas en otras regiones del país.















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