
Aunque no aludió explícitamente al Reino Unido, todo parece indicar que esa nación fue el blanco de sus comentarios, dadas las medidas tomadas recientemente por Londres contra la inmigración proveniente de países del bloque regional.
Al referirse al tema, consideró que se trata de actitudes estrechas y chovinistas, las cuales ceden a mitos y estereotipos obsoletos.
El gobierno británico de David Cameron ha desplegado numerosas acciones dirigidas a impedir y desestimular la entrada de otros europeos, en medio de una creciente tendencia de la población a rechazar inmigrantes.
Londres ha empleado un discurso particularmente duro con los búlgaros y los rumanos al indicar que habrá una ola de arribantes procedente de estas naciones, gracias a que a partir del 2014 gozan de libertades de circulación dentro del bloque.
Entre las medidas anti-inmigración sobresale la determinación de un límite para la entrada de individuos, cifra que no deberá sobrepasar las 75 mil personas, mientras anteriormente el número superaba los 106 mil.
En este sentido, se prevé en el futuro una reducción paulatina que llegue hasta permitir sólo 30 mil ingresos.
Adicionalmente, han entrado en vigor otras normativas como restringir para los extranjeros el acceso a cuentas bancarias, viviendas y diversos servicios sociales.















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