Reconocido en su país como uno de los más inclementes, violentos y radicales militares, Sharon pasó a la historia como un polémico personaje que para algunos es un héroe nacional y para otros un asesino despiadado. Palestinos lamentaron que el ex primer ministro falleciera sin responder por sus crímenes ante un tribunal internacional.
Jefe de Gobierno entre el 2001 y el 2006, se encontraba desde ese último año en coma y su salud había empeorado, en las últimas semanas.
Veterano de todas las guerras importantes, desde la Guerra de 1948 hasta la Guerra de Yom Kipur, en 1973, Sharon fue considerado como el "mejor" comandante de campo en la reciente historia israelí y popularmente conocido como "El rey de Israel" y "El león de Dios" por sus logros estratégicos.
En 1982, al frente del Ministerio de Defensa, dirigió la ocupación del Líbano. Durante la guerra libanesa-israelí se produjo la matanza en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, donde asesinaron arbitrariamente hasta a 3 500 palestinos sin distinguir entre mujeres, hombres y niños.
Un año después, una comisión israelí determinó que Sharon tuvo una "responsabilidad in-directa" en la masacre y tuvo que dimitir de su cargo de entonces ministro de Defensa.
Sharon era un criminal, responsable del asesinato del presidente Yasser Arafat y nos habría gustado verlo ante la Corte Internacional juzgado como criminal de guerra, declaró Jibril Rajub, un alto dirigente de la organización Al Fatal
El movimiento islamista Hamas, que gobierna en la franja de Gaza, calificó la muerte de Sharon de "momento histórico que marca la desaparición de un criminal cuyas manos están cubiertas de sangre palestina".
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