Las partes llegan a la mesa en el nuevo año tras haber alcanzado durante el 2013 sendos acuerdos parciales en el tema de la tierra y la participación política.
El líder de la delegación guerrillera, el comandante Iván Márquez, se refirió en extenso a una comparecencia del presidente Santos a finales del año pasado en la clausura de los Cursos de Altos Estudios Militares, a la que asistió en compañía del jefe de los representantes gubernamentales a los diálogos, Humberto De La Calle.
En esa ocasión el presidente se refirió a diversos temas que rodean a las conversaciones de paz como los acuerdos parciales, las víctimas, la justicia transicional y la continuidad de las hostilidades.
En un extenso comunicado leído tras su arribo al capitalino Palacio de Convenciones, sede habitual de los diálogos, Márquez criticó que Santos minimizara ante los militares el alcance de los entendimientos logrados en la problemática agraria y la transformación del sistema político colombiano.
El guerrillero utilizó las palabras del presidente respecto al tema de las drogas ilícitas para sentar las posiciones de las FARC-EP al respecto. "Considera el Presidente que el tercer punto en discusión, el narcotráfico, es un tema fundamental, y aventura que sin él, posiblemente las FARC y el ELN no estarían hoy donde están", dijo.
"Nosotros decimos que —aclaró—, sin el narcotráfico que ha necrosado hasta los tuétanos la estructura del Estado colombiano, claro, las FARC y el ELN no estarían donde están, porque sin la gansterización del régimen, sin desigualdad ni tanta miseria no habría alzamiento armado".
Márquez pidió una vez más que no se criminalice a los sectores más débiles de la cadena del narcotráfico, que son los campesinos y los consumidores.
"Tras las rejas —aseguró—, al lado de los capos, debieran estar no los campesinos ni las llamadas mulas, expresión de un problema social, sino los banqueros corruptos que con el lavado de activos provenientes de ganancias del narcotráfico estimulan su existencia".
El líder guerrillero concluyó que la llama de la esperanza de la paz que hoy "titila" se mantendrá viva solo si el gobierno está dispuesto a propiciar cambios efectivos que signifiquen democracia y dignidad, "y si los colombianos atisban en el horizonte, que por fin, podremos tener patria".
La delegación gubernamental no hizo comentarios a la prensa este lunes tras su arribo a la sede de los diálogos. Humberto de la Calle ofreció unas breves declaraciones el domingo antes de partir hacia La Habana, en las que aseguró que están decididos a trabajar con las FARC-EP para alcanzar la paz.
"Nuestro derrotero para el 2014 es el mismo que nos orientó a todo lo largo del año pasado y es muy simple y concreto a la vez: trabajar sin descanso por alcanzar un acuerdo que le ponga fin al conflicto y nos abra definitivamente y de una vez por todas las puertas de la paz", afirmó.
Respecto a la solución al problema de las drogas ilícitas, asunto que la mesa comenzó a tratar a principios de diciembre, De la Calle aseguró que se va a trabajar de lleno para la construcción de acuerdos.
Según el exvicepresidente, el Gobierno está "preparado" para hacer frente a las críticas y a la "controversia" propia del periodo electoral que se avecina con los comicios parlamentarios del 9 de marzo y presidenciales del 25 de marzo.















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