Porque los pronósticos están para romperse, Australia derrotó a Dinamarca y clasificó a octavos de final como segunda del grupo D.
Los socceroos necesitaban la victoria para no depender del resultado entre Francia y Túnez. El triunfo ante el conjunto africano los colocaba en una posición más ventajosa dentro de la tabla de posiciones. Cualquier desenlace que provocara un empate a puntos con Dinamarca o Túnez, sacaba a los aussie del Mundial por la diferencia de goles.
La primera parte del encuentro estuvo un tanto aburrida. Los daneses dominaron más el balón, pero apenas generaron peligro en el arco defendido por Mathew Ryan. Los más incisivos resultaron Jesper Lindstrom y Andreas Skov Olsen por las bandas.
Para la segunda mitad los daneses intentaron imponer su juego, pero no pudieron. Los australianos se mostraron sólidos en defensa y salieron al ataque aprovechando las pérdidas de balones de sus rivales.
Al minuto 60, los australianos concretaron un contragolpe perfecto: recuperación del balón en cancha defensiva, centro largo de Riley McGree y jugada individual de Mathew Leckie, que controló, corrió al espacio, dejó atrás a Maehle y disparó al segundo poste para dejar sin opciones a Kasper Schmeichel.
El resto del encuentro, los virtuales vencedores se dedicaron a defender el gol de ventaja. Aunque los europeos buscaron el empate, finalmente no llegó.
Para Dinamarca la descalificación es un fracaso por la nómina de gran talento con la que llegaron a Catar. No obstante, todo el mérito para Australia que avanza para los octavos de final por segunda vez en su historia.
El rival de Australia en la siguiente fase será el primero de la llave C.
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