ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Argentina vs. Inglaterra en la cita de México-1986. Foto: eluniverso.com

En esta parte del mundo, el fútbol es mucho más que un juego. Es la forma de organización social de un barrio, una comunidad, un pueblo. Cuando el Estado desaparece, por imperio del neoliberalismo, ahí están los clubes. Si estás solo frente a las injusticias del sistema, ahí está la solidaridad de un equipo. Si no me alcanza para pagar las cuentas, comer dignamente o darles educación a mis hijos, ahí está el fútbol, para hacerme olvidar las amarguras por un rato. Es la cruda realidad de quienes vivimos en el sistema capitalista.

A veces, cierta intelectualidad, no entiende esto. Como decía el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano: «¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales».

El desprecio de muchos intelectuales conservadores radica en la certeza de que la idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece. Poseída por el fútbol, la plebe piensa con los pies, que es lo suyo. En cambio, varios intelectuales de izquierda descalifican al fútbol porque castra a las masas y desvía su energía revolucionaria.

El club Argentinos Juniors nació llamándose Mártires de Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un 1ro. de mayo, y fue un 1ro. de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita, en una biblioteca anarquista de Buenos Aires. Entonces, intelectuales de izquierda celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo.

Uno de los pocos momentos de gloria nacional que los y las argentinas hemos vivido es el Mundial de México-1986. No solo porque la selección ganó, sino, sobre todo, por aquel apoteósico partido contra los ingleses. Maradona arengó con una frase: «Por los argentinos, por los pibes de Malvinas». Hizo los dos goles más maravillosos de los mundiales. El primero significó robarles a los mayores ladrones de la historia, a los imperialistas por antonomasia, y el segundo fue una obra maestra, digna de Picasso o de Mozart.

En el Mundial de 1974, en Alemania Federal, se midieron el local y su vecina, República Democrática Alemana. La Alemania socialista ganó (1-0): un hecho histórico, en medio de la Guerra Fría.

Cuba tuvo una sola participación, en el de 1938, en Francia. Mientras el país se debatía entre una esperanza de apertura democrática y la sombra de Fulgencio Batista, seguía siendo una semicolonia del imperio estadounidense. Así y todo, la selección le regaló a su pueblo la mayor hazaña: un 2-1 contra Rumania, y el pase a cuartos de final. Entonces, ganó la Italia fascista, y antes de la final, los jugadores italianos recibieron un telegrama de Benito Mussolini que decía: «ganar o morir».

En este Mundial está excluida Rusia, por mandato de los mismos de siempre. Pero juega Estados Unidos, la potencia imperialista más genocida desde que se disputó el primer Mundial, en Uruguay, en 1930. Allí participó ese imperio mientras ocupaba y bombardeaba Nicaragua; el mismo EE. UU. que estuvo en el de 1950, en Brasil, tras descargar las bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki, y de iniciar la Guerra de Corea, que en tres años dejó tres millones de muertos.

El mismo EE. UU. que fue, sin problemas, al del 2002 luego de invadir Afganistán y promover el golpe de abril contra Hugo Chávez, en Venezuela; el que fue aceptado en Brasil-2014 cuando promovía el Euromaidán, en Ucrania, que dio lugar al genocidio contra el Donbás; el que está ahora, cuando se cumplen 60 años del bloqueo criminal y genocida contra Cuba, que volvió a condenarse por la mayoría de los países del mundo, pero que el imperio mantiene.

Aun así, en el Mundial, esperamos disfrutar de alguna hazaña de algún David contra Goliat que nos haga creer en un mundo, el del fútbol, donde todos somos iguales y podamos hacer justicia contra los que nos han humillado.

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Martha González dijo:

1

22 de noviembre de 2022

17:11:14


La primera vez que encuentro un articulo tan explícito sobre el Mundo Fútbol. Gracias Mariano por haber aportado a mi conocimiento de este deporte tan popular y a la vez con tantos aspectos intrincados.

Roberto Mario Maiz dijo:

2

23 de noviembre de 2022

07:56:39


Excelente Mariano en pocas palabras uniste la pasión que genera el fútbol, su historia, el origen de algunos clubes, el rechazo que hoy genera en los intelectuales y los acontecimientos políticos