- La velocidad, el toque mágico y la precisión de los belgas en el contragolpe marcaron los destinos del partido, en el cual Inglaterra se encontró con múltiples dificultades para frenar ese vendaval cuando Meunier, Hazard, De Bruyne y Lukaku salían con balón dominado.
- Bélgica le regaló la pelota a Inglaterra y se demostró la incapacidad de los chicos de Gareth Southgate para generar juego. No supieron abrir espacios, se diluyeron en el mar de piernas acumuladas por los belgas en el centro de la zaga, y tampoco lograron profundizar por las bandas, zona en la que Sterling y Rashford quedaron a deber.
- Los movimientos colectivos distinguieron a Bélgica, pero en ese concierto coral resaltaron los solistas Eden Hazard y Kevin De Bruyne, los mejores del partido. El 10 encandiló con carreras, regates, conducción y remate, mientras De Bruyne estuvo espectacular en la apertura de espacios y los pases filtrados.
- Aunque no fue exigida en exceso, la defensa belga estuvo a la altura de las circunstancias, y en un partido de constante carrera se mostraron certeros siempre al corte. Además, en el juego aéreo y en las pelotas detenidas, los puntos fuertes de Inglaterra, la última línea de Bélgica estuvo inmaculada.
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Jesus dijo:
1
15 de julio de 2018
07:42:12
jose dijo:
2
17 de julio de 2018
13:15:26
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