En la impredecible tanda de penaltis, Inglaterra consiguió su cupo a cuartos de final. Lo que se esperaba fuera un partido atractivo y de mucha circulación del balón ante Colombia, quedó esfumado a los pocos minutos de comenzar el juego en la ciudad de Moscú.
Con juventud y talento en sus filas, los europeos buscan en la Copa del Mundo lavar la pésima imagen dejada en los últimos dos campeonatos mundiales, donde quedaron por debajo de las expectativas. La oportunidad ante Colombia era perfecta, ya que la escuadra sudamericana no contó para el duelo con su «mago» James Rodríguez, aquejado de una lesión que le acompañó en todo el evento.
Ante un equipo inferior, los ingleses decidieron seguir apostando por poblar el centro del campo con cinco hombres, mientras tres marcadores centrales se encargaron de controlar a un Radamel Falcao más preocupado porque le pitaran falta que por abrirse espacios y encarar al portero rival Jordan Pickford.
No hubo mucho fútbol. Los colombianos reclamaron casi todo contacto físico con los ingleses al árbitro estadounidense Mark Geiger, mientras sus rivales fueron incapaces de superar por velocidad la fuerte defensa cafetera.
El gol de penal de Harry Kane, aunque válido, no reflejaba la superioridad de los británicos en la cancha. La ausencia de James Rodríguez pesaba, pues Colombia estaba sin ideas para inquietar la meta de Pickford.
Cuando esta situación negativa se le presenta a un equipo, uno de los recursos más recurrentes para aspirar al empate o a la victoria son las jugadas a balón parado, y eso tuvo Colombia en el tercer minuto del tiempo de descuento. El cabezazo de Yerry Mina, tras el cobro de tiro de esquina, puso la igualdad y dio vida a su conjunto.
En el tiempo extra, el protagonista fue el cansancio físico de las dos plantillas, aunque los ingleses mostraron mayor peligro, pero sus balones largos no llevaron buena puntería para ser pescados por los delanteros en el área.
A los penales, cualquiera gana o queda en esta fase, eso lo sabemos. No hay peor justicia que patear el balón al arco cuando en 120 minutos de juego no se ha conseguido la victoria. Centímetros más arriba o más abajo, a la izquierda o a la derecha, eso es todo. En el quinto disparo el colombiano Carlos Bacca se vistió de inmerecido villano y Pickford en el salvador de Inglaterra.
LOS VIKINGOS PONEN SU MURALLA
Si miramos las nóminas de Suiza y Suecia podemos ver a dos equipos muy similares, con defensores bien altos, centrocampistas de mucho recorrido en el campo y delanteros con oficio para moverse dentro del área.
Con dos planteles así es muy difícil pronosticar un ganador. Los helvéticos poseen un mediocampo con alternativas de juego, mientras los vikingos, con su muro defensivo, parecen inexpugnables. Así, estos dos cuadros llegaron a la urbe de San Petersburgo para medir sus fuerzas por el cupo a cuartos de final.
La paridad que se pronosticaba entre ambos protagonistas se evidenció sobre la cancha. Al final ganaron los nórdicos, gracias a un gol de Emil Forsberg (66'), quien contó en su disparo con la colaboración del defensa rival Manuel Akanji, autor de un desvío que sentenció la suerte de su escuadra.
Los primeros 45 minutos fueron bastante abiertos, suizos y suecos generaron ocasiones de gol sin capitalizar. El tanto no llegó en ese periodo, pero ambos planteles, con sus recursos, apostaron por salir adelante y lo que se presagió como un duelo deslucido resultó todo lo contrario.
Con la diana de Forsberg el guion cambió. Suecia cerró filas, agregando dos marcadores centrales provenientes desde la banca y cortando la generación de fútbol de Suiza en el centro del campo. Esa fórmula les dio resultado y consiguieron el cupo entre los ocho mejores del mundo.
A Suiza le pesó la ausencia por acumulación de tarjetas de Stephan Lichtsteiner, hombre de gran desborde por la banda derecha, porción del campo que no explotó su reemplazo, Michael Lang. Además, el técnico Vladimir Petkovic no abrió con Breel Embolo, futbolista llamado a ser titular y que durante los poco más de 20 minutos que jugó como cambio desestabilizó por velocidad a la zaga amarilla.
A Suecia pocos la daban para llegar lejos en el Mundial, sin grandes nombres, con un trabajo compacto y de sacrificio, han logrado sacudirse de arriba el peso del nombre de Zlatan Ibrahimovic.

COMENTAR
Miguel Angel dijo:
1
4 de julio de 2018
15:44:06
Futbolera99 Respondió:
5 de julio de 2018
12:52:58
GREGORIO GOMES DA SILVA dijo:
2
4 de julio de 2018
19:25:17
Tunerotunero dijo:
3
4 de julio de 2018
21:38:24
KingKong dijo:
4
5 de julio de 2018
09:50:17
Responder comentario