ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Foto: Reuters

El segundo partido para cualquier equipo de fútbol en una Copa Mundial tiene que ser el de la seguridad y el de la confirmación. Esas características las mostró este sábado sobre el estadio Rostov Arena la selección de México tras vencer 2-1 a Corea del Sur y mandar con ese resultado a los asiáticos rumbo a casa.

Luego de doblegar siete días atrás al campeón del mundo Alemania (1-0), existían grandes expectativas por ver al tricolor mexicano sobre un campo de juego. En su debut los aztecas firmaron un partido redondo, con muy pocos errores ante una de las dos mejores selecciones del planeta.

Contra Corea del Sur—un rival teóricamente inferior— la escuadra que comanda el técnico colombiano Juan Carlos Osorio mantuvo el mismo planteamiento que el utilizado frente a los teutones: obtener el control de la pelota en el centro del campo y soltar ataques rápidos por las bandas con Hirving Lozano y Carlos Vela.

El juego de México en su segunda presentación fue sólido y solo sufrió cuando el futbolista surcoreano Son Heung-min tuvo la pelota. El delantero del Tottenham cargó solo con su equipo, al tener muy poco acompañamiento en ataque, facilitándose las cosas al «Gigante de la CONCACAF». Corea del Sur se preocupó más por pegar golpes que por generar fútbol.

Otra vez Hirving «Chucky» Lozano volvió a ser pieza fundamental en el eje del ataque mexicano, al abrir espacios y desbordar a la defensa rival por ambas bandas. El número 22 de los aztecas está firmando un gran mundial, mientras sus compañeros no se quedan atrás en el rendimiento como colectivo. La mano de Osorio y el trabajo paciente durante más de dos años muestran sus frutos.

A este México se le ve muy concentrado y motivado antes de cada partido, así al menos se puede deducir de las dos alineaciones titulares que ha mandado el técnico cafetero a la cancha. Los hombres de la zaga, sin ser excelentes murallas defensivas, han jugado casi sin errores, atentos a las marcas sobre los artilleros rivales. El plus es Guillermo Ochoa. Al momento de ser exigido, el guardameta ha respondido como un coloso bajo los tres palos.

Los octavos de final están a tiro y el juego contra Suecia el próximo 27 de junio no puede ser ya el de la confirmación y la seguridad, tiene que ser el partido del lanzamiento de la candidatura para llegar hasta los cuartos de final como objetivo mínimo.

    

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