- Inglaterra gana por el olfato goleador de Harry Kane, quien apareció en par de jugadas dentro del área y remató con mucha sangre fría.
- Aunque decayeron mucho en la segunda mitad, Inglaterra puso contra las cuerdas a Túnez en la primera mitad con un juego intenso y de un ritmo voraz. En el apartado físico, ese detalle incidió luego en el complementario, cuando ninguno de los dos equipos corrió igual.
- La seguridad defensiva de Inglaterra jugó su papel ante las pocas embestidas tunecinas. Maguire y John Stones estuvieron inmensos, y también Jordan Henderson en las funciones de contención. Con puntuación negativa en la zaga sale Kyle Walker, quien cometió un penal absurdo y dio vida a Túnez.



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