Ciao, bambinos

Es una ley no escrita en el fútbol que parece cumplirse a rajatabla. Ya saben: nunca un equipo europeo ha ganado un Mundial en este lado del Atlántico. Así que en Brasil las selecciones del Viejo Continente siguen ca­yendo como moscas y el torneo se parece más que nunca a la Copa América.

Tras el particular Maracanazo de España ante Chile, México despachó con una cura de humildad a Croacia el lunes y ayer Uruguay tumbó a Italia, que acabó haciendo las maletas junto a Inglaterra en un grupo de la muerte liderado increíblemente por Costa Rica.

Todo lo que hubo de reseñable entre charrúas y bambinos, ganadores de los cuatro primeros mundiales, se lo reservó el choque para la última media hora. Porque ambas se plantaron sobre el césped de Natal como dos boxeadores de peso completo ante el espejo (con tres centrales, dos delanteros) y terminaron planteando un partido hosco en el cuerpo a cuerpo, de pierna fuerte, en el que todos sus golpes —o por lo menos los futbolísticos— se quedaban en el aire.

Pirlo no aparecía, Italia no inquietaba a Muslera y las incursiones de Uruguay morían ante los experimentadísimos puños de Buffon, con 142 internacionalidades en la valla azzurra y cinco Mundiales a cuestas. Hasta que un planchazo de Marchisio a Egidio Arévalo en las narices del árbitro mexicano Marco Rodríguez, con su consiguiente expulsión, deshizo la simetría en el campo y el marcador a la postre.

Si la mística y los fantasmas juegan también su parte, ayer quedó demostrado, cuando Godín, que portaba el brazalete de su equipo, se elevó en el aire para rematar un corner. En el salto lo acompañaba sin duda el espíritu de Obdulio Varela, el mítico capitán uruguayo del Maracanazo. Como entonces al cuadro celeste no le servía el empate, necesitaba una solución épica y el central charrúa, que este año le dio una gran Liga al Atlético de Madrid ante el Barcelona en una jugada similar, obró la gesta, con un cabezazo-hombrazo imposible para el arquero italiano.

Si a Luis Suárez no lo asistió el del goleador Alcides Ghiggia —autor del tanto que venció a Brasil en 1950 y quien de 1957 a 1959 de­fendió también la casaca de la squadra azzurra—, fue porque este sigue vivo y obviamente nunca probó el canibalismo, con una dentellada como la que el delantero del Liverpool le lanzó a Chiellini. ¡Así no se saborea un triunfo, Luisito!

De ahí que el final del encuentro vio a los uruguayos defender como italianos y a los italianos atacar como uruguayos, a la desesperada, aunque ya fuera demasiado tarde, tras haber desperdiciado casi todo el tiempo buscando preservar el 0-0 desde la especulación táctica.

Se marcha Italia, por tanto, de nuevo en la primera ronda y en octavos Uruguay se medirá a Colombia, una selección —como Chile— que no constituye ninguna sorpresa porque ya en las eliminatorias mostró su pegada, pero sí es hasta ahora una de las que más han gustado por su fútbol vistoso y alegre. Casi podría decirse que no echa en falta al Tigre Falcao, gracias al talento de futbolistas como James Rodrí­guez, Juan Guillermo Cuadrado o Jackson Martínez. Ayer arrollaron a Japón en Cuiabá y su técnico, el argentino Pékerman, con la clasificación hecha y el choque resuelto, se permitió un bonito detalle: introdujo de cam­bio en los últimos cinco minutos al portero Faryd Mon­dragón —pre­sente en Esta­dos Uni­dos 1994— para que, con 43 años y tres días, se convirtiese en el jugador más longevo en disputar un Mundial, arrebatándole el récord al camerunés Roger Milla.

Contra todo pronóstico, en el otro partido, la tozuda Grecia se negó a despedirse al retar a Costa Rica en octavos, superando a Costa de Mar­fil con el penal que Samaras convirtió en el último suspiro. Por tercera edición consecutiva los Elefantes no pudieron evitar estrellarse con la cristalería y, con todo a favor, vuelven a quedarse fuera. El Mun­dial de América no está siendo hasta ahora tampoco el Mundial de África.

Resultados. Grupo C: Japón, 1 - Co­lombia, 4 (Okazaki, min. 45+2 - Cua­drado, 17 de penal; J. Martínez, 55, 82; J. Rodríguez, 90); Grecia, 2 - Costa de Marfil, 1 (Samaris, 42; Samaras, 90+1 penal - Bo­ny, 74). D: Italia, 0 - Uruguay, 1 (Godín, 82); Costa Rica, 0 - Inglaterra, 0.