1. Por el monumental error del arquero ruso Akinfeev, quien soltó inexplicablemente un balón tras un disparo de Lee Keun-Ho, el cual se coló en su portería.
2. Por el oportunismo del ariete ruso Aleksandr Kerzhakov, quien empató el choque al estar en el momento y el lugar indicado durante una confusa jugada en el área sudcoreana.
3. Por los cambios realizados por ambos técnicos, quienes dieron en el clavo con los anotadores de los dos únicos tantos del pleito.
4. Por la falta de personalidad de los rusos, sin pegada y sin ideas, diezmados por las ausencias de Dzagoev y Denisov, quienes se supone comanden al conjunto.
5. Por el pobre nivel resolutivo de los sudcoreanos, quienes, no obstante, salieron reforzados de su primer duelo mundialista gracias a su disciplina táctica e intensidad en la presión.
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