A riesgo de ser absoluto, Argentina, invariablemente, solo ganará el Mundial si Leo Messi se carga el equipo en sus espaldas. Al menos esa fue la impresión que dejó el debut de la albiceleste en suelo brasileño, donde ganaron por la mala fortuna de los bosnios y el talento descomunal del crack del Barcelona.
Sí, porque Argentina no jugó bien, su imagen, en sentido general, fue pálida, demasiado intermitentes, poco profundos y limitados en la creación, quizás por al ausencia de un hombre capaz de manejar los hilos del conjunto en la medular.
Esa función le quedó grande a Maxi Rodríguez, sin claridad en la salida y sin peso en el funcionamiento del once, y Di María lució cansado luego de un desgaste tremendo en el final de la temporada con el Real Madrid. Para colmo de males, Mascherano no tuvo precisión en los toques y esto también dificultó la fluidez, aunque si cumplió en el corte y la recuperación.
Cierto que Messi retrocedió en la cancha múltiples ocasiones para crear y distribuir, pero esa no debe ser su rol principal, solo que ahora se vio obligado a hacerlo ante la inmovilidad y pasividad del conjunto, que dio la impresión de conformarse con la renta del autogol más rápido en la historia de los Mundiales, marcado por Kolasinac a los 144 segundos.
Tal vez el tempranero tanto condicionó el guión del choque, no solo por parte de los bosnios, anonadados en su debut en Copas del Mundo y obligados a replantearse toda la estrategia en el tercer minuto, sino también de los argentinos, quienes atacaron en tímidas ráfagas y no pusieron verdadero interés en subir otra diana al marcador.
Tras el descanso, Alejandro Sabella se percató del problema y aprovechó además el conformismo de los balcánicos. Reposicionó al conjunto con la entrada de Fernando Gago y Gonzalo Higuaín, cambios que dejaron la línea defensiva con cuatro hombres en vez de los cinco de salida, un planteamiento tildado de conservador por algunos especialistas.
Con tres atacantes de primer nivel y Di María tirado a las bandas el plantel disfrutó de más verticalidad, aunque el panorama no cambió drásticamente, sobre todo porque no apareció nadie con las cualidades para crear y encontrar espacios en un mar de piernas. Claro, Argentina tiene un genio y, repito, solo ganará la Copa del Mundo si ese genio sale de la lámpara en su versión más devastadora, como lo hizo en el complementario, cuando arrancó desde el círculo central a toda velocidad, combinó con Higuaín en una pared para enmarcar, y remató tan ajustado que su disparo besó el poste y fue a buscar las redes.
Gracias a ese gol no hubo sobresaltos en las postrimerías con el descuento de Ibisevic, el cual dejó al descubierto las carencias del arquero Sergio Romero, quien, sin embargo, había salvado a la albiceleste del empate al detener un cabezazo ajustado de Senad Lulic.
Al contrario, no fueron tantos los despistes de la defensa argentina, catalogada por los analistas como el punto más frágil del once. Federico Fernández y Ezequiel Garay cumplieron en el centro de la zaga, sobre todo el hombre del Nápoles, rápido, oportuno en el corte y muy bien ubicado la mayoría de la veces.
Con esta tónica, no les costará vencer a Nigeria e Irán en los dos partidos restantes del grupo F, pues se trata de dos rivales inferiores a Bosnia. La verdadera prueba llegará después, cuando se enfrenten a oponentes de mayor cartel, poderosos en el medio campo y con dinamita en la delantera.
Elementalmente, siempre les quedará Messi, quien nos deleita en la vida real con jugadas de fantasía, cual personaje de historietas. Así es Leo. ¿Un humano? No, es un extraterrestre, un futbolista sin límites que busca en Brasil lo único que le falta en su carrera para ser considerado el mejor en la historia del más universal de los deportes.
Ficha del partido
Argentina (ARG): Romero; Zabaleta, Campagnaro (Gago 45’), Federico Fernández, Garay y Marcos Rojo; Di María, Mascherano y Maxi Rodríguez (Higuaín 45’); Messi y Agüero (Biglia 87’).
Bosnia (BIH): Begovic; Mujdza (Ibisevic 69’), Spahic, Bicakcic y Kolasinac; Besic, Pjanic; Hajrovic (Visca 71’), Misimovic (Medunjanin 84’) y Lulic; Dzeko.
Goles: Kolasinac p.p 3’ (ARG), Messi 65’ (ARG), Ibisevic 84’ (BIH)
Tarjetas: Marcos Rojo 24’ (ARG), Spahic 63’ (BIH)
Árbitro:Joel Aguilar Chicas (SAL)
Estadio Maracaná, Río de Janeiro
Estadísticas
Posesión: ARG (57 %) BIH (43 %)
Disparos a puerta: ARG (5) BIH (10)
Faltas: ARG (10) BIH (14)
Fuera de juego: ARG (0) BIH (3)
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yhosvany dijo:
1
15 de junio de 2014
22:21:01
Andres dijo:
2
16 de junio de 2014
06:21:26
Francisco Rivero dijo:
3
16 de junio de 2014
08:49:11
TRESYDOS dijo:
4
16 de junio de 2014
09:43:37
andres dijo:
5
16 de junio de 2014
09:54:12
nanalacubana dijo:
6
16 de junio de 2014
10:51:13
Dromv@z dijo:
7
16 de junio de 2014
22:00:43
pepe dijo:
8
17 de junio de 2014
11:21:03
Yohandry Cartaya Perez dijo:
9
18 de junio de 2014
09:43:20
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