San Salvador.–Está claro que, por el nivel competitivo de los equipos que convoca, todo torneo cabe en una clasificación: fuerte, promedio, más débil; pero en el caso de la pelota, visto por la afición cubana, no hay evento mayor o menor: hay que procurar ganarlo todo.
Esa exigencia, con raíces hondas en el imaginario nacional, es la base de la polémica que, inevitablemente, acompaña el desempeño de cualquier novena que represente a la Isla, desde su conformación hasta el out 27 del último juego en que intervenga.
La escuadra cubana en estos XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe no ha sido la excepción, y haber iniciado el recorrido del calendario con derrota ante México renovó los argumentos de quienes apostaron por incluir en la nómina otros nombres con resultados individuales relevantes dentro de la Serie Nacional en curso.
Sin embargo, de que se hizo un conjunto selecto, posición por posición, únicamente para ganar, no puede haber duda a estas alturas, a menos que las provoque la actuación de nuestros peloteros en la grama, como pasó en el primer desafío, cuando fue anulada la ofensiva de los antillanos y sus lanzadores se presentaron inefectivos.
«Sin embargo, fue solo un primer juego, y este calendario nos da el tiempo necesario para hacer ajustes, sobre todo a la ofensiva», había reflexionado el director del equipo, Armando Jhonson, al cabo de ese nefasto primer partido.
No obstante, de cara a esta recuperación no solo debe contarse con el factor tiempo, pues como él mismo valoró después: «Se sabe que puede ser un torneo apretado, pues la mayoría de los equipos del área son buenos, y aquí cualquiera le gana a cualquiera». Moraleja: la rivalidad de los participantes –excepto algunos, como el anfitrión– es una cuestión que no da demasiado margen de maniobra.
Al menos en las motivaciones, aseguraron sus atletas que el traspiés del primer juego no les melló el ánimo: «No nos falta el entusiasmo ni las ganas de sumar victorias. El de México lo hemos tomado como un juego para ajustar, pero tranquilidad, que nadie va a bajar la guardia aquí. Hay mucha tela por donde cortar todavía», afirmó el jardinero central, Roel Santos.
Como capitán del equipo, Erisbel Arruebarruena también asumió la responsabilidad del criterio colectivo: «Eso de que nos faltó entrenamiento juntos no es decisivo. Es verdad que fueron dos días, pero había una Serie Nacional que es la mejor preparación, así que eso no nos afecta, hay demasiada experiencia aquí.
«Este es un conjunto que sabe jugar buen beisbol, con varios atletas que tuvimos la experiencia de un Clásico Mundial con un resultado sorprendente. Entonces a este, que no consideramos un torneo chiquito, venimos por lo mismo, a ganar, y tenemos el equipo para eso».





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