San Salvador.–Que el resultado de este domingo fuera una confirmación del abolengo del judo cubano en la región centroamericana y caribeña, tiene un precedente en el sábado de lujo que se gastó la escuadra de la Mayor de las Antillas en la primera de las fechas sobre el tatami.
Reservado o no, que el pronóstico de Cuba para ese día (entre todos los deportes) haya sido de una medalla de oro, y de pronto la soberbia actuación de sus competidores sorprenda gratamente con cuatro doradas, no solo satisface y anima, sino que dice del empuje con que la Isla viene dispuesta a hacerse sentir en estos XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Del judo, exactamente de Arnaes Odelín, era el nombre del que se esperaba el podio supremo para el día. Sin embargo, la noticia no fue solo que la muchacha de los 57 kg cumpliera con la expectativa precompetencia, sino que dos más de la formación cubana levantaron–incluso antes que ella– el galardón de campeones regionales.
De hecho, Arnaes, quien venció en la final, por ippon, a la venezolana Kady Cabezo, fue la última en titularse en la noche; pues la precedieron Yurisleydis Hernández, en los 52 kg –verdugo de la mexicana Paulina Martínez, por ippon–, y el debutante Orlando Polanco, de los 66 kg, triunfador por la misma vía sobre el venezolano Willis García.
A la fiesta del podio se había sumado primero Zamarit Gregorio, ganadora de un bronce en la repesca de los 48 kg; una etapa que no pudo pasar, en los 60 kg, el jovencito Milko Obregón.
TRES METALES SOBRE DOS PALANQUETAS
Al protagonismo del judo se había adelantado la agradabilísima sorpresa del pesista Arley Calderón, titulado campeón de los 61 kg, al erigirse dueño absoluto de la prueba de envión (155 kg), delante del venezolano Wilkeinner Lugo y el colombiano Jairo García.
La victoria fue una «dulce venganza» por lo acontecido antes, en la prueba de arranque, en la cual quedó en bronce, dada una ligera flexión de brazo cuando alzaba los 127 kilos, que le hubieran agenciado una doble victoria.
«Fue una competencia muy bonita para mí, que sacó toda la exigencia deportiva. En el arranque se luchó hasta el final y se alcanzó bronce. Entonces nos propusimos mejorar en el envión y así fue. El objetivo era estar entre los tres mejores en cada movimiento y luego buscar más», expresó Arley, citado por Jit.
Una presea de cada color resultó el saldo de la jornada inaugural de la halterofilia, pues en la mañana Raibet Machado se había agenciado plata en el arranque de los 55 kg.
OTRAS DE PLATA, CON SABOR A ORO
Otra plata que supo a oro fue la que conquistó en el all around el equipo masculino de gimnasia artística que, paso a paso, firmes y sin mucho ruido, repasaron con maestría los seis aparatos, hasta sumar 231 400 puntos, suficientes para el segundo puesto, por detrás de los mexicanos (232 950) y por delante de los colombianos (229 200), campeones de Barranquilla-2018.
Diorges Escobar, Alejandro de la Cruz, José Carlos Escandón, Pablo Harold Pozo y Yohendry Villaverde fueron los autores de la hazaña.
Por su parte, en la piscina del Complejo deportivo El Polvorín, Elisbet Gámez braceó los 400 metros estilo libre en 4:16.34 minutos, para estrenarse con plata en la natación; en tanto, al cierre de la noche sabatina, el tenis de mesa sirvió en bandeja de plata la lid en el doble mixto, a nombre de Daniela Fonseca y Jorge Moisés Campos.





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