
RÍO DE JANEIRO.—Otra noche de éxtasis regaló este domingo el atletismo olímpico de los Juegos Río 2016, en la que el magnetismo del jamaicano Usain Bolt resultó tan impresionante que dejó en plano secundario al sudafricano Wayde van Niekerk y su galáctico récord mundial en 400 metros planos.
Lo de Bolt fue en primer lugar la confirmación de una promesa. Lo dijo y lo cumplió. Ya va eslabonando un récord de otro tipo. Quiere tres tripletas consecutivas de 100, 200 y 4x100 metros planos.
Cumplió la primera convirtiéndose en el primer humano que la consigue en la distancia más rápida. Arrancó lento, tuvo que recuperar terreno frente al insistente Justin Gatlin para finalmente batirlo con 9.81, su tiempo más flojo de los tres. Pero ninguno de esos detalles pareció importar más allá de su victoria.
Su simpatía contagiosa volvió a recorrer el estadio en una cadena interminable de saludos y felicitaciones. Posó de todas las maneras sugeridas por los encargados de las imágenes fotográficas. Conversó y conversó con la prensa.
Gatlin redondeó con su 9.89 un juego de medallas completo por su oro en Atenas 2004 y el bronce en Londres 2012. El rechazo del público por su pasado de dopaje lo neutraliza significando el valor de mantenerse tan alto a los 34 años.
El bronce del canadiense Andre De Grasse recompensa un progreso constante que se concreta en los grandes momentos, esta vez con tope de 9.91. El subcampeón de Londres 2012 Yohan Blake llegó cuarto con marca del año de 9.93.
Seis corrieron en menos de 10 segundos. Completaron el sudafridano Akani Simbine 9.94 y Ben Youssef Meite con record nacional para Costa de Marfil de 9.96. La víspera por primera vez siete mujeres superaron al unísono los 11 segundos.
La inestabilidad del francés Jimmy Vicaut en los momentos cruciales volvió a manifestarse con su séptimo lugar en 10.04.
WAYDE VAN NIEKERK 43.03

Tan impresionante como el de la etíope Almaz Ayana en los 10 000 metros femeninos fue el récord mundial de 43.03 impuesto por el sudafricano Wayde van Niekerk en los 400 metros planos.
Después de presenciar la vuelta al óvalo de Michael Johnson en el Mundial de Sevilla era bien difícil encontrar un crono superior al 43.18 de aquel agosto de 1999. Tenía un movimiento peculiar por el cual le llamaban “Pato” Johnson, pero un ritmo insostenible para cualquier otro. Aquel día fue un 44.29 el más cercano, casualmente el brasileño Sanderlei C. Parrela.
Se ha progresado y varios superan el muro de los 44. Cuando Van Niekerk corrió 43.48 e hizo trizas en el Mundial de Beijing 2015 a LaShawn Merritt 43.65 y a Kirani James 43.78, el universo atlético reconoció de inmediato el nacimiento de una nueva estrella.
El veterano estadounidense campeón en Beijing y el portento granadino monarca en Londres se prepararon para una revancha en su conocido ambiente olímpico. Y destacaron en las carreras preliminares mientras el sudafricano se mantenía en las sombras.
Para la final le asignaron el carril ocho, sin ninguna referencia, y nadie pudo aprovecharse. Su distribución de carrera fue milimétrica, el ritmo implacable de principio a fin.
Su paso es mucho más elegante que el de Jhonson. Cuenta además con tiempos de espanto en otras distancias, 9.98 en 100, 19.94 en 200, 31.003 en 300.
Al campeón defensor James le sirvió de consuelo rematar a Merritt
43.76 por 43.85 con marcas de temporada pero no sus topes, que sí consiguió el trinitario Machel Cedenio con 44.01 de cuarto lugar, récord nacional.
UNO-DOS LATINO EN TRIPLE

El salto triple olímpico era desde su inicio en 1996 un exclusivo coto de mayoría europea, vedado para América Latina, tanto que la cubana Yargeris Savigne saltó 15.05 y solo fue quinta en Beijing 2008. El muro lo traspasó la colombiana Catherine Ibargüen con su metal de plata hace cuatro años en la capital británica.
En suelo carioca se produjo la rebelión latinoamericana que envió al bronce a la monarca anterior kazaja Olga Ripakova y convirtió en protagonistas a la colombiana doble campeona mundial al aire libre y a la revelación venezolana Yulimar Rojas, titular del orbe bajo techo Portland 2016.
La buena forma de ambas atletas no dio lugar a dudas de su dominio, que la colombiana culminó con un buen 15.17 (antes 15.03) frente a 14.98 y 14.95 de Yulimar, más espigada y de futuro promisorio por sus 20 años de edad. Ripakova comenzó fuerte con 14.73, pero luego solo pudo mejorar a 14.74, lejos de su 14.98 en Londres y su 15.25 personal.
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Ana Eva Guerra Santos dijo:
1
15 de agosto de 2016
12:35:51
jape dijo:
2
15 de agosto de 2016
12:51:20
Karel Respondió:
18 de agosto de 2016
03:09:48
alex dijo:
3
15 de agosto de 2016
14:38:38
Lester Gerardo dijo:
4
15 de agosto de 2016
16:20:35
lisden dijo:
5
18 de agosto de 2016
16:54:40
Robert Díaz dijo:
6
19 de agosto de 2016
08:05:49
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