RÍO DE JANEIRO, Brasil.— El atletismo, deporte rey, se convertirá desde este viernes y hasta la mismísima clausura del día 21 en la atracción de Río 2016, mediante su abultado programa de 47 momentos competitivos usualmente rebosados de emotividad.
El tradicional impacto mediático de este deporte ha crecido aquí como la espuma gracias al bólido jamaicano Usain Bolt, no solo fenómeno deportivo sino también el showman de los Juegos Olímpicos desde su mismísima llegada a suelo carioca antes que la llama comenzara a arder.
El rumor insistente señala que las plazas más discretas se cotizan en la reventa y el mercado negro en alrededor de 300 dólares el día de las semifinales de 100 metros planos en el gran Estadio Olímpico.
El atletismo también es una atención particular para Cuba, por tener una representación de 41 integrantes, mucho más nutrida que la de cualquier otro deporte, y no tanto por la pendencia de obtener medallas.
Este viernes entrarán en acción siete de ellos en una jornada inaugural donde se robarán el protagonismo la batalla africana entre damas que le dan 25 vueltas al óvalo atlético y otra entre las más robustas que hacen llegar lo más lejos posible una bola de hierro.
Además de estas finales en 10 000 metros e impulsión de la bala, una tercera será la varonil de aquellos que provocan las más disímiles reacciones por su manera de caminar. Marcha deportiva de 20 km.
En cuanto a los cubanos, la mejor manera de salir librados de grandes retos a enfrentar sería esforzándose por actuaciones correspondientes a su esfuerzo y el de los técnicos en la preparación.
Comienza el discóbolo Jorge Y. Fernández y la marca que piden para la clasificación automática entre los doce es de 65.50, y lo que más ha logrado este año es 65.30 en febrero en Las Tunas.
Las especialistas en bala Yaniuvis López (18.67) y Saily Viart (17.94) intentarán clasificar a las 10.05. Salen juntas, pero en diferentes grupos de 18 cada uno. Solicitan 18.40 para avanzar y de entrada Viart nunca lo ha logrado eso.
Antes, 31 mujeres orquesta arrancarán un combate del cual emerge la más completa tras siete pruebas en dos días. Yorgelis Rodríguez, campeona panamericana, será una de las contendientes en el heptatlón. Nadie duda de sus agallas, como tampoco de la calidad de sus rivales. En la primera escaramuza de 100 con vallas, por ejemplo, supera a 15, pero igual cantidad adelanta el 13.52 de la cubana, y es una de sus pruebas fuertes.
Maykel Massó (8.28) aparece en el grupo B del salto de longitud, a las 9:20 de la noche, en tanto la martillista Yirisleydi Ford (71.10) también en el B a las 10:10.
Al campeón mundial juvenil no debe preocuparlo el 8.15 para pasar directo, aunque solo una vez lo superó con su marca personal. Más difícil parece el 72.00 para la Ford, pero tiene 72.40 en otras campañas.
Yoandys Lezcay (45.36 este año) tendrá que correr como en final en la primera serie de 400 metros, a las 9:05. Difícil quedar entre los tres primeros que continúan. Difícil también ser repescado entre los tres mejores tiempos de los perdedores. ¿Por qué?
Su grupo está envenenado con el trinitario Machel Cedeño (44.34), el belga Kevin Borlee (45.17 y tope de 44.56), el jamaicano Fitzroy Dunkley (45.06) y el estadounidense Gil Roberts (44.67-44.53).
Y no es desbalance. Los demás están parecidos. Es que el 45.13 personal de Lescay ocupa el lugar 35 entre los inscritos. Son los Juegos Olímpicos.





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Eduardo Ramírez dijo:
1
11 de agosto de 2016
20:27:39
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