ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Maykel Massó será uno de los primeros cubanos en el atletismo olímpico. Foto: Jiro Mochizuki

RÍO DE JANEIRO.—El atletismo, deporte rey, se convertirá desde este viernes y hasta la mismísima clausura del día 21 en la atracción de Río 2016, mediante su abultado programa de 47 momentos competitivos usualmente rebosados de emotividad.

El tradicional impacto mediático de la disciplina ha crecido aquí como la espuma gracias al bólido jamaicano Usain Bolt, no solo fenómeno deportivo, sino también el showman de los Juegos Olímpicos desde su llegada a suelo carioca antes que la llama comenzara a arder.

Tanta es la expectación en torno a su figura, que persiste el rumor de que los asientos más discretos en el gran Estadio Olímpico se cotizan alrededor de los 300 dólares en la reventa y el mercado negro, para el día de las semifinales de 100 metros planos.

En el campo y pista se espera también una atención particular para Cuba, por tener una representación de 41 integrantes, mucho más nutrida que la de cualquier otro deporte, y no tanto por la presión de obtener medallas.

Este viernes entrarán en acción siete de ellos en una jornada inaugural donde se robarán el protagonismo la batalla africana entre damas, que le dan 25 vueltas al óvalo (10 000 metros) y otra entre las más robustas que hacen llegar lo más lejos posible una bola de hierro (bala). Además, una tercera será la varonil de aquellos que provocan las más disímiles reacciones por su manera de caminar. Marcha deportiva de 20 km.

En cuanto a los cubanos, la mejor manera de salir librados de los grandes retos a enfrentar sería esforzándose por actuaciones correspondientes con su esfuerzo y el de los técnicos, en la preparación.

Comienza el discóbolo Jorge Fernández y la marca que piden para la clasificación automática entre los 12 es de 65.50, y lo que más ha logrado el antillano este año es 65.30, en febrero en Las Tunas.

Las especialistas en bala Yaniuvis López (18.67) y Saily Viart (17.94) intentarán clasificar ante la solicitud de 18.40 para avanzar. De entrada, Viart nunca ha logrado eso.

Antes, 31 mujeres orquesta arrancarán un combate del cual emerge la más completa tras siete pruebas en dos días. Yorgelis Rodríguez, campeona panamericana, será una de las contendientes en el heptatlón. Nadie duda de sus agallas, como tampoco de la calidad de sus rivales.

Maykel Massó (8.28) aparece en el grupo B del salto de longitud, en tanto la martillista Yirisleydis Ford (71.10) también en el  B en las fases de clasificación. Al campeón mundial juvenil no debe preocuparlo el 8.15 para pasar directo, aunque solo una vez lo superó con su marca personal. Más difícil parece el 72.00 para la Ford, pero tiene 72.40 en otras campañas.

Yoandrys Lezcay (45.36 este año) tendrá que correr como en final en la primera serie de 400 metros. Difícil quedar entre los tres primeros que continúan. Difícil también ser repescado entre los tres mejores tiempos de los perdedores. ¿Por qué?

Su grupo está envenenado con el trinitario Machel Cedeño (44.34), el belga Kevin Borlee (45.17 y tope de 44.56), el jamaicano Fitzroy Dunkley (45.06) y el estadounidense Gil Roberts (44.67-44.53). Y no es desbalance. Los demás están parecidos. Es que el 45.13 personal de Lezcay ocupa el lugar 35 entre los inscritos. Son los Juegos Olímpicos.

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