
RÍO DE JANEIRO.—Me preguntan insistentemente por la cantidad de preseas que pudiera alcanzar Cuba en los Juegos Olímpicos, que se inauguran hoy en esta urbe. Las interrogantes ya no solo salen desde la isla antillana, sino que también Cesar, uno de los empleados en el edificio donde se hospeda la prensa cubana aquí, me soltó la famosa interrogante ¿Cuántas medallas se llevarán? En su portugués: Quantas medalhas eles levaram?
Le dije que muchas, así sin ningún argumento. Y él respondió que “Eu sei que você é muito bom em esportes”. Es decir “Yo sé que ustedes son muy buenos en deportes”. Cesar de lo que sabe es de la rica historia deportiva cubana, esa que ha recorrido estos Juegos con más de 70 lauros dorados y más de 200 hombres y mujeres en los podios de premiaciones.
Y esa es la razón y la principal motivación de la comitiva de la estrella solitaria acá en Río de Janeiro.
Sin embargo, otros piensan diferente, incluso creen y hacen creer que la presencia de la Mayor de las Antillas aquí estaría muy lejos de ese pedigrí. Que si el deporte ha retrocedido en la ínsula caribeña, que los mejores atletas han decidido irse del país o que la situación económica y hasta el régimen político que ha escogido la inmensa mayoría de nuestro pueblo, traba el desarrollo deportivo, son algunas de las matrices que rondan o quieren hacer rondar en los oídos de los participantes en esta cita bajo los cinco aros.
A Cesar le comenté que nos sería bien difícil escalar el podio. Le recordé a él un diálogo que tuve con el presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, quien me dijo que “para conquistar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos hay que subir una mata de corojo”. Cesar, en su portuñol, me hizo la misma pregunta que yo le solté al experimentado directivo ¿Qué es una mata de corojo? ¿O que é um grupo de óleo de palma?
El empleado de mantenimiento no se equivocó, porque Fernández me explicó que era una palma barrigona llena de espinas, para ilustrarme la complejidad de alzarse con un título de campeón en estas citas estivales. Le abundé a Cesar que veníamos con una delegación de 124 atletas a participar en poco más de 100 pruebas de las 306 que tiene el programa. O lo que es lo mismo, se demandaría de una altísima eficiencia en el escenario de lucha para esas muchas medallas de las cuales le hablaba.
Pero él me contestó “Cuba não tem dinheiro, mas sabe lutar e não é arrogante, é um exemplo”. Nuestro amigo expresó con esa frase “Cuba no tiene dinero, pero sabe luchar y no es arrogante, es un ejemplo”, la dignidad que ha presidido las presentaciones del pequeño país en la arena deportiva internacional, más allá de los altos niveles de preparación alcanzados con mucho esfuerzo. Y realmente si se está a esa altura, no importa subir al podio, serían muchas las medallas que obtendríamos.
Así que si son siete, diez o más, números que pueden convertirse en realidad, pues potencialidades existen para esos cálculos; o si son menos, porque los contrarios también las tienen, Cesar nos acaba de recordar que “Cuba é um exemplo” y ese es el que ha de defenderse en la pistas, el ring, los tapices, en las aguas del canal de remo o las líneas de tiro, en los colchones de lucha y tatamis de judo. Competir con ese honor puede o no llevar medallas, pero lo que no le faltaría sería el reconocimiento y el aplauso del respetable.







 
             
             
             
             
             
             
             
            
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Amaya dijo:
1
4 de agosto de 2016
23:18:42
jaime gonzalez añazgo dijo:
2
5 de agosto de 2016
02:24:43
Luis Eloy Suarez Escobar dijo:
3
5 de agosto de 2016
05:34:03
Javier Gómez Gutiérrez Respondió:
5 de agosto de 2016
07:57:05
CUBANA dijo:
4
5 de agosto de 2016
09:28:39
MAAG dijo:
5
5 de agosto de 2016
12:14:17
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