El condimento que nuevamente contribuirá al éxito de un evento deportivo en Brasil, será el ferviente apoyo que ese su pueblo siempre ha brindado a las selecciones locales y a las visitantes. Hospitalidadrefrendada en confrontaciones universales y regionalesaupadas por ese hermano país, que seguro no será menos en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Más de 1 400 000 visitantesdisfrutaron allí del Mundial de fútbol 2014. Siete años antes —precisamente en la Ciudad Maravillosa— los Juegos Panamericanos dieron muestra de que lanación podía asumir empeños mayores.
La Copa Confederaciones, los Juegos Mundiales Militares, la Jornada Mundial de las Juventudes, elCampeonato del orbe femenino de voleibol ganado por Cuba en 1994 y el varonil cuatro años antes,donde los antillanos obtuvieron plata, corroboran esa vocación de pueblo amistoso distintiva del Gigante Sudamericano. Tampoco olvidemosel Carnaval de Río, una muestra de su cultura y reuniónpara el disfrute de miles.
Ahora bien, organizar unos juegos estivales requiere mucho más que entusiasmo, dedicación y deseos de acoger en casa a amigos de distintas las latitudes. Precisa de una infraestructura concebida y edificada en los años de labor que median de un ciclo olímpico al siguiente, aun cuando se renueven algunas instalaciones creadas tiempo atrás.
BARRA DE TIJUCA
La relación entre trabajo y descanso está en el centro de la atención dedeportistas y entrenadores. Y para los próximos Juegos de Río de Janeiro —los primeros en el continente sudamericano— el confort en la yaconcluida Villa Olímpica ha sido preocupación de quienes albergarán a más de 10 000 atletas de 206 países para dirimir 306 pruebas en 32 escenarios.
Tan importante resulta rendir al máximo en la competencia como lograr un descanso reparador. Desde los 21 edificios de la Villa destinados para acomodar a los deportistas (en total son 31 con 3 604 apartamentos), aseguran los organizadores que se empleará como máximo 50 minutos para llegar al área de entrenamiento o juego. El 43% de las arenas está a solo diez minutos de viaje de cualquiera de los cinco condominios.
La Villa y el Parque Olímpicoconstituyen los puntos esenciales de esta geografía transformada en Barra de Tijuca, una de las zonas másbellas del país situada al oeste de Río, donde tienen asiento 14 de las 32 instalaciones dispuestas para el certamen.
El Parque,centroesencial extendido en un área de 118 millones de metros cuadrados,será la sede de 16 disciplinas: baloncesto, ciclismo de pista, gimnasia artística, rítmica y de trampolín; balonmano, judo, lucha greco y libre, nado sincronizado, natación, polo acuático, clavados, taekwondo, esgrima y tenis de campo.La instalación de tenis, el velódromoy el parque acuático integrarán después de Río 2016 el Centro Olímpico de Entrenamiento.
Aun cuando agencias internacionales de prensa han puesto en entredicho la capacidad de los organizadores para garantizar la seguridad de los presentes en el clásico, aquellos afirmaron que 85 000 profesionales de distintas fuerzas del gobierno federal, estatal y municipal velarán por el bienestar de los jefes de estado invitados, de los competidores, comisiones técnicas, autoridades, turistas, residentes y los más de 35 000 periodistas y fotorreporteros acreditados hasta hoy, cuando faltan 20 días para la apertura de los Juegos Olímpicos.
Siempre semanas antes del inicio de las fiestas cuatrienales salen a la palestra críticas sobre detalles por perfilar, como ahora se habla del ajuste final a la línea de 16 kilómetros del metro, que deberá funcionar a partir del primero de agosto, junto con las cuatro vías del BTR (bus de transito rápido)que cubrirán más de 150 kilómetros de recorrido.
Todavía en medio del evento seguramente quedarán aspectos por corregir, Londres 2012 los afrontó más allá de su magnificencia. No obstante, esta semana, en visita oficial del COI, la ex atleta marroquí Nawal el Moutawakel vio a la sede carioca con buenos ojos, cuando afirmó: “Río 2016 está lista para recibir al mundo”.





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