El Comité Olímpico Internacional (COI) quiere mostrar su respaldo a los organizadores de los Juegos de París, al afirmar que tiene «una confianza muy alta» en las medidas de seguridad que Francia pondrá en acción.
La preocupación número uno consiste en la inauguración y el desfile de las delegaciones en barco a lo largo de seis kilómetros por el río Sena, que presenciarán cerca de 6 000 personas. Sumados a los miles de agentes del orden dispuestos para el evento, el COI anunció cinco escenarios donde los deportistas «deben evitar hablar abiertamente sobre cualquier tema».
Esos lugares son: las ceremonias inaugural y de clausura, la entrega de medallas, durante la propia competición y mientras permanezcan en la Villa Olímpica. Como una exigencia, las opiniones deben responder con respeto a los principios fundamentales del olimpismo: no atacar a personas, a organismos o países, no contravenir lo dipuesto por su comité olímpico o federación, según las normas públicas del organismo rector del deporte mundial.
Por ejemplo, comportamientos como emitir «expresiones mientras se hace la presentación y se escucha el himno» de otros deportistas y desplegar una bandera o cartel en ese momento, llevarán medidas disciplinarias proporcionales al hecho. En la zona mixta, conferencias de prensa, entrevistas, reuniones de equipos, ante medios tradicionales o digitales, los atletas podrán defender sus criterios propios, pero aún bajo ciertas condiciones, según el diario español As.
Habrá 45 000 miembros de seguridad en la inauguración y 35 000 para cada día, las 24 horas, armados con el mayor despliegue de tecnología visto en un certamen del orbe, de cara a un entorno donde también preocupan la guerra en Ucrania, el genocidio en Gaza y la situación en el país sede de determinados barrios críticos para acceder a ellos, donde faltan por cubrir 20 000 plazas de agentes de seguridad.
La Ciudad Luz recibe la mayor cantidad de turistas cada verano, seguida de España, país que aportará 10 000 policías a París 24, por un acuerdo encabezado la por Interpol. Los Juegos esperan la asistencia de 120 jefes de Estado, 10 500 deportistas, más de 12 000 periodistas en la fiesta que debe convertirse en la confluencia de la paz y la amistad.
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