BARRANQUILLA, Colombia .–El Doctor Antonio Becali, presidente del Inder, reconoció la superioridad de México en el balance de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, al ofrecer una conferencia de prensa este viernes, después que cayera la última medalla para Cuba por intermedio de la maratonista Dailin Belmonte, plata en las ardientes arterias de Barranquilla.
«México tuvo una gran actuación, hicieron una muy buena preparación y dieron continuidad a la generación que armaron de cara a Veracruz. Ellos ganaron 132 medallas de oro, con niveles de eficiencia muy grande, superándose en varias disciplinas como la natación, el tiro y el patinaje, las cuales marcaron la diferencia al final. Además, aprovecharon las debilidades de Colombia y Venezuela, sobre todo en modalidades que no tenían tantas opciones», sentenció el directivo, satisfecho con el balance de la delegación cubana.
«Nos vamos con un saldo de 241 medallas. Han sido un total de 102 títulos en unos Centroamericanos de un nivel muy alto, incluso superiores a la valoración que hicimos en Cuba. Participaron varios atletas de enorme calidad que no imaginamos vinieran aquí. Eso nos alegra mucho, pues prestigia al evento», añadió Becali.
«El programa estaba diseñado para que Cuba tuviera los mejores resultados al final. En los tres últimos días logramos 48 títulos, 21 en la penúltima jornada, en la cual fue clave el compromiso, la valentía y disciplina de los atletas, que siempre estuvieron pendientes de los resultados. Cuando se vio que podíamos pasar de las cien medallas de oro, ellos se volcaron para lograr esa meta.
«Pudiéramos citar varias disciplinas dignas de elogiar, como la esgrima, ganadora de siete medallas de oro.
Se creció el ciclismo, el boxeo que iba con una gran tensión, la gimnasia artística, deporte de arte competitivo que siempre está sujeto a la apreciación de los árbitros. Además, el hockey lo dio todo, el polo acuático mostró una gran recuperación y un salto desde el punto de vista cualitativo, y del balonmano masculino se vio su gran somatotipo y sus cualidades técnicas y tácticas», refirió el titular del Inder sobre la actuación cubana.
Respecto a la labor de Colombia, de quien se esperaba mucho, Becali refirió que los pronósticos fallaron al colocarlos como posibles campeones de los Juegos. «Se quedaron en 77 medallas de oro, no llegaron ni a 80.
Los vaticinios no salieron en su caso, después de la gran inversión que han hecho y de sus triunfos crecientes en los últimos años», afirmó.
El presidente del organismo deportivo destacó el peso que tienen los entrenadores cubanos en el desempeño de otras naciones. «No son técnicos cualquiera, son hombres que fueron campeones mundiales y olímpicos, formados en nuestras escuelas deportivas, que saben cómo piensan nuestro movimiento deportivo y nuestros atletas».
Por su parte, reconoció que el por ciento de efectividad fue clave, pues a la delegación se le cayeron finales con posibilidades muy claras, aspecto que está directamente relacionado con la juventud de la comitiva. «El 66,6 % de los atletas debutaron en Juegos Centroamericanos, y eso influye en la disciplina táctica y en el resultado deportivo».
Por último, Becali aseguró que Cuba fue a los Juegos a ganar, y que en ningún momento se transmitió una idea triunfalista, pues todos los pronósticos estaban basados en estudios de contrarios, modelajes y estrategias llevadas a punta de lápiz. Además, resaltó que desde ya se trabaja de cara a los Panamericanos de Lima.
«Empezar a soñar con los Panamericanos. Haremos un análisis a lo interno con cada uno de los deportes dirigidos a trazar la estrategia de cara a Lima. Allí buscaremos rescatar el segundo lugar perdido en Toronto. El escenario de competencia será más duro, porque el deporte de hoy no se parece en nada al de hace diez años, pero iremos por ese objetivo».
MIRAMOS DESDE EL SEGUNDO LUGAR
Cincuenta y dos años es mucho tiempo. En 52 años el ser humano ha dado un vuelco radical a la sociedad, con inventos tan sensacionales que todo ha parecido un brutal salto futurista. También 52 años ha tardado Cuba para verse de nuevo en el segundo lugar de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, lo cual nos produce la sensación más extraña a quienes amamos el deporte.
Durante medio siglo hemos sido testigos del crecimiento sin igual del movimiento atlético nacional, del surgimiento de talentos de calibre mundial, de victorias en los escenarios más hostiles, de los actos más puros de entrega, compromiso y lealtad.
Pero ahora, lamentablemente, somos testigos de un retroceso, visible y palpable más allá de los meros resultados, más allá del cuarto lugar en los Panamericanos del 2015, nuestra peor ubicación desde 1967, más allá de la pérdida del primer lugar en los Centrocaribe de Barranquilla, tras 48 veranos reinando en la región.
Si tomamos como ejemplo estos mismos Juegos en tierras colombianas, podremos observar cómo deportes de dominio tradicional han caído, aunque hayan sido rescatados por individualidades, esas que siguen y seguirán saliendo porque Cuba es cuna de talentos excepcionales y tiene un sistema deportivo que permite desarrollarlos.
En ese grupo de disciplinas entra el voleibol, el béisbol, el judo, el remo y hasta el propio atletismo, que maquilló con dos títulos sensacionales en los relevos una actuación muy distante a la cosechada en Veracruz 2014, la misma que nos dio el empujón final para arrebatarle el reinado regional a México en sus propias narices, en sus propios estadios.
Muchos de estos deportes tienen para el cubano un valor sentimental que trasciende los resultados, por ello duele tanto ver a un equipo de voleibol femenino fuera de lucha por las medallas y al masculino perdiendo puntos clave por alineaciones indebidas, para luego caer al cuarto escaño sin bríos ni garra. Duele ver una versión sempiternamente apagada de la pelota, tradicional bastión en este tipo de delegaciones, o al judo y el remo quedar tan distantes de sus pronósticos arrasadores.
Pero no debemos afrontar con excesivo dramatismo este resultado, en primer orden porque teníamos señales muy claras de nuestras deficiencias y hacia dónde podían conducir, y en segundo porque cada vez el escenario deportivo internacional se ha emparejado más, con varios países que han invertido grandes sumas de dinero en aras de colarse en el espectro de máximo nivel.
En Barranquilla, si bien se pudiera hablar de descenso de la calidad de nuestro deporte, hay que mirar con mucha mayor atención al desarrollo y efectividad de México, un gigante «dormido» que desde el pasado ciclo se puso las pilas, y que todavía puede crecer mucho más. Esa, a mi juicio, ha sido la causa fundamental del desenlace de estos Juegos en tierras colombianas.
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Luis Angel dijo:
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3 de agosto de 2018
21:17:31
Alberto S. dijo:
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3 de agosto de 2018
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3 de agosto de 2018
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Eduardo Respondió:
4 de agosto de 2018
14:53:00
Carlos Alberto dijo:
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21:41:55
FRANK C DOMINGUEZ dijo:
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3 de agosto de 2018
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carlitos Respondió:
4 de agosto de 2018
11:11:18
Nelson Respondió:
4 de agosto de 2018
13:13:14
rafael hernandez dijo:
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3 de agosto de 2018
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Jorge dijo:
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pABg0nZ dijo:
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Edgardo Martínez García dijo:
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4 de agosto de 2018
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orly2018 dijo:
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4 de agosto de 2018
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Julio Salvador López Cuesta Respondió:
4 de agosto de 2018
21:14:14
Yunher dijo:
11
4 de agosto de 2018
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Julio Salvador López Cuesta Respondió:
4 de agosto de 2018
21:15:07
Edgardo Martínez García dijo:
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4 de agosto de 2018
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Ramon dijo:
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Jose Cuervo dijo:
14
4 de agosto de 2018
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YO Respondió:
6 de agosto de 2018
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fily dijo:
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4 de agosto de 2018
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Julio Respondió:
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inmortal dijo:
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6 de agosto de 2018
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Julio Respondió:
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loco dijo:
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6 de agosto de 2018
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