
BARRANQUILLA, Colombia. —Se dijo, antes de venir a esta contienda centrocaribeña, que el 66% de la delegación cubana la integraban jóvenes que por primera vez competirían en una justa de esta magnitud, donde más de 5 000 deportistas de 37 naciones de la región quieren regresar a casa victoriosos.
Entre ese caudal de sangre nueva, el moronense Ariel Fis (77kg) estuvo entre los cuatro primeros luchadores del estilo grecorromano que abrió para Cuba el camino del medallero en la lucha grecorromana, jornada en la que la Isla cristalizó cuatro preseas de oro y un bronce.
Desinhibido y cordial, este avileño no parece, cuando está fuera del colchón, cargar esa dinamita que le volteó encima al venezolano Luis Avendaño en el combate por el primer lugar.
«Empecé en este deporte hace 12 o 13 años, nunca experimenté afición por otra disciplina. Gané un campeonato provincial, después ingresé en la Academia y de ahí ascendí a la preselección nacional», explica Fis mientras seca el sudor de su rostro y toma un respiro tras el fuerte esfuerzo realizado para vencer 3-1 al morocho Avendaño.
Reza el refrán que «de casta le viene al galgo». El muchacho no ha hecho otra cosa que seguir los pasos de sus progenitores, «porque en mi familia por parte de padre todos han practicado la lucha, y así fue que nació mi afición. Estar en estos Juegos es más que una satisfacción, un compromiso, ya que en octubre tendremos el Campeonato Mundial y allí aspiro a ser el hombre de Cuba en los 77 kilogramos», aseguró.
Ni quiso concluir el breve diálogo, antes de asistir a la premiación para recibir su medalla dorada, sin recalcarme que «dedico este triunfo al profesor Pedro Val (recién fallecido), pues cuando llegué a la preselección nacional fue uno de mis entrenadores a quien le debo parte de mis avances», concluyó.




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Jesús. Guillen dijo:
1
30 de julio de 2018
14:04:04
Alberto N Jones dijo:
2
30 de julio de 2018
19:04:15
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